Las dudas de César Ferrando

Algo va a tener que cambiar en el encuentro que nos enfrentará el domingo al Sevilla para que se rompa la dinámica derrotista de los encuentros que jugamos a domicilio. No estaría de más que demostráramos mayor ambición y confianza en nuestras posibilidades o que mejoráramos nuestro, en ocasiones, paupérrimo juego. Sin embargo, el único cambio que atisbo es el de una nueva alineación. Ya he olvidado el número de ensayos que el actual entrenador ha realizado en el centro del campo, por no recordar lo sucedido con las bandas. Un día son Colsa y Simeone los que juegan y otro, Luccin y Sosa. Cuando parecía que Colsa era la solución a todos nuestros males, al final a lo mejor resulta que es el Pato Sosa el redentor de nuestro errático mediocampo. La pasada temporada los mil y un equipos ensayados por Gregorio Manzano, lastraron la necesaria configuración de un bloque solvente; la autoestima de los jugadores quedó seriamente mermada.

En la presente temporada comienzan a apreciarse los mismos errores que en la anterior y el rendimiento del equipo empieza a no ser el deseado. Junto al imprescindible reforzamiento de las dos bandas con unos interiores de garantías, aquí es justificable que César Ferrando realice todas las pruebas posibles para dar por fin con el tándem ideal. Dado que ninguno le convence, cabe pensar como lógico que apueste, de una vez por todas, por un par de centrocampistas fijos. Si Luccin parece normal que sea titular en el once, se trataría de encontrar a su compañero ideal para que los dos creen juego y nutran de balones a Ibagaza. Siempre y cuando el Caño no se encuentre de baja por lesiones.