La curiosa convivencia con Sáez

En el primer viaje a Bosnia resultó curioso; ahora, en Lituania, casi extravagante. La presencia del ex seleccionador junto al nuevo es incómoda, molesta y hasta perjudicial. Iñaki Sáez tiene todo el derecho a elegir su futuro, faltaría más, del mismo modo que la Federación puede hacer lo que le venga en gana con su staff técnico, pero uno y otra deberían comprender que más pronto que tarde surgirán equívocos y recelos. Sobre el papel, y pese a que Luis renunciara a llevar el día a día de todas las categorías de nuestro fútbol, él es el responsable técnico del fútbol español y a él le acabará correspondiendo delimitar las funciones de cada uno. Digo yo que algún día querrá que los Sub-21 jueguen tácticamente igual que los mayores.

Ayer, en el aeropuerto de Vilna, Iñaki Sáez dialogaba con Puyol, al tiempo que Luis observaba la escena a unos veinte metros. Antes y después de esa curiosa instantánea, el ex buscaba interlocutores para la charla porque, y ésa es otra, con muchos de los enviados especiales de Prensa la relación no es muy fluida. Piensa el de Bilbao que le dimos demasiado fuerte tras la Eurocopa y que, salvo un puñado de amigos, el resto no merecen ni un minuto de su tiempo. El asunto se completa con un distanciamiento de algunos técnicos y auxiliares del primer equipo con los otros, los fieles a Iñaki durante años. Y así vamos tirando.