La Liga ACB comienza caliente

La Liga ACB comienza caliente

La Liga de baloncesto no ha podido comenzar con mayor intensidad: pelea en el Madrid-Estudiantes y dimisión del superdirector de las secciones del Barcelona, Valero Rivera, que tan súper es que Pesic no admitió estar un escalón por debajo de él y se fue. La tangana del derby no es que se viera venir, pero entraba dentro de lo probable. No por el pique a causa del cambio de acera de Felipe Reyes, sino porque el Estudiantes ha fichado a un bronca, de nombre Garcés, nacido en Panamá y que la pasada temporada jugó en el Breogán. Ya en el Torneo de la Comunidad, Garcés, constantemente encarado con los pívots madridistas, estuvo a punto de armarla dos veces. Hasta que Hernández le quitó.

Garcés no es que prendiera la mecha de la tangana, pero en cuanto vio la chispa se acercó, en lugar de con la manguera, con una antorcha en la mano. O, en este caso, en su pie. Es de agradecer que los jugadores vivan con tensión la Liga desde el primer minuto por poco que haya en juego -ya ven que el larguísimo trámite de la Liga Regular no engancha a la audiencia, que 741.000 espectadores no es audiencia para un derby- pero es inadmisible que se peguen por un quítame esas pajas. Y lo de Rivera tampoco tiene nombre. Resulta que después de aguantar el duelo con Pesic, ahora tiene la mandíbula de cristal. Curiosa esta Liga que ha comenzado. Desde luego, sus protagonistas, no pueden hacer más por animarla.