A la tercera puede ir la vencida

Santi Pérez perdonó ayer por segunda vez a Roberto Heras. Y ya van dos. Le condonó en La Covatilla, cuando podía haber arañado medio minuto, y ayer, si hubiera atacado desde el comienzo de la subida, le habría sacado un minuto sin problema en la meta. Santi es el corredor más fuerte de la Vuelta. Ha ido a más, mientras que Heras pierde fuerzas a cada día que pasa. Santi ha dejado pasar dos, pero a la tercera, dicen, va la vencida. Una victoria que se resolverá en un mano a mano. Sin depender de nadie; ni equipos, ni pegarse a ruedas, ni gregarios. A estas alturas de carrera, el factor decisorio es la fuerza. Y espero que en el duelo, el maillot oro caiga del lado de Pérez, porque si alguien merece ganar es él. En la crono, creo, será más fuerte que Roberto. La incógnita por desvelar hoy será a ver si es capaz de robarle esos 43 segundos de renta.

Heras me recuerda al Nozal de hace un año. Me recuerda por esos cuatro minutos y medio que ha ido cediendo paulatinamente, día a día. Hoy a Heras le pueden pagar con la misma moneda con la que pagó él el año pasado. Sobre todo porque hay un hombre que le ha dejado tirado cada vez que se lo propone. El cometido de Santi, el robarle esos 43 segundos, sin embargo, no será fácil. Heras ha mejorado en la cronos. Ya sabe sufrir al máximo. Sufrir, como sufrirán también Mancebo y Valverde. El otro duelo, esta vez por ocupar el tercer escaño del podio. Ayer Mancebo, más agresivo que nunca, pasó al murciano en la general. Y querrá mantener su ventaja porque siempre ha estado ahí, pero nunca ha subido a un podio, ni ganado nada importante. Hoy se puede cumplir su sueño de hacer cajón. Derrochará valentía y coraje. Pero el murciano tampoco se lo pondrá fácil. Seguro.