Heras no entró en la batalla
La de ayer fue una grandísima etapa. Vimos a un Paco Mancebo agresivo y al ataque, como hacía años que no le veíamos, y una gran táctica por parte del equipo Illes Balears. Salieron dispuestos a intentar mirar quién era el que flojeaba entre los primeros, a asaltar el podio. La aventura buena era intentarlo desde lejos, en Serranillos. El lugar era el propicio, a medio puerto y no a un kilómetro de coronar. En Navalmoral estuvieron también valientes, pero sus rivales se crecieron y contraatacaron. Un muy valiente Santi Pérez cambió las cosas, y llegó el calvario de Mancebo, que no podía seguir el ritmo de los hombres que copan las plazas del podio. Sin embargo, el Banesto tenía hombres por delante para llevar a su líder. Las tornas cambiaron y Mancebo tuvo que perseguir a quienes había estado atacando. De la suma de todo ello, una etapa muy bonita.
Mientras, un jersey oro inteligente, pero reservón, que no ha gastado nada, se limitaba a marcar a Santi Pérez. El derroche de fuerzas del asturiano del Phonak y de Valverde ha sido aprovechado por Heras, que no entró en la batalla, para distanciar a Mancebo en Navalmoral. A pesar de que la batalla es sólo entre los nuestros, me gustó la etapa. El ciclismo lo hacen grande los ciclistas y no los nombres. Santi Pérez, Valverde, Heras, Mancebo y CV-Kelme, que con Javier Pascual Rodríguez ha logrado su cuarta etapa en esta Vuelta, son esos nombres. Las murallas de Ávila, cuna de campeones, y su gran afición fueron testigos de todo ello. Nos quedan la etapa de Navacerrada. Valverde, Santi Pérez y Mancebo se jugarán el podio, y donde Heras jugará a la contra, y la contrarreloj de Madrid, que, por fortuna, será muy interesante.