Examen superado con nota. El Barça puso su cara más galáctico: Ronaldinho, Giuly, Etoo, Deco, Xavi -y éste por qué no juega en la Selección-. Además a Gio le dio por hacer de Roberto Carlos y subía por el lado izquierdo como Pedro por su casa, y lanzaba cañonazo tras cañonazo hasta que acertó con el primer gol. El Barça salió metiendo miedo. Hace un año el Atlético se habría desplomado estrepitosamente. Pero este Atlético de Ferrando aguantó, se agarró al suelo, apretó los dientes, no se descompuso nunca cuando el Barcelona tenía el balón, controlaba el partido y todos entraban por todas partes. El Atlético resistió todas las acometidas, porque Ferrando está construyendo un equipo con un muro atrás y un genio delante. El muro lo forman dos centrales inmensos: Perea y Pablo. La solidez del Atlético comienza en estos dos tipos, el primero potente y rápido como una locomotora y el segundo fuerte y elegante, extraordinario en el juego por alto. El genio se llama Fernando Torres. El Niño siempre está en tensión, a la espera de su oportunidad. Y ayer llegó al principio del segundo tiempo. Gio se comió un balón por alto. Y el Niño aprovechó el fallo y salió en carrera hacia la portería de Valdes. A su lado, el mejor defensa español de este momento: Puyol. Torres ganó el mano a mano y puso la pelota en la red. Otro golazo para la cuenta de este crack que sigue creciendo. Como tiene que seguir creciendo este Atlético que está en las mejores manos y que sale fortalecido de la prueba del Barça. Pocos van a resistir a ese grupo de jugones que han juntado esta temporada en el Camp Nou. Pero el Atlético salió vivo y con la cabeza muy alta.