La bronca estaba justificada

Menos mal que Camacho había avisado, que si no... ¿Habrá que probar con mimos en vez de elevar la voz? Me da que no. Igual hemos enfatizado tanto sobre los vicios que tiene el equipo que los jugadores se han convencido plenamente de ello y lo asumen con naturalidad, con la misma naturalidad que el Bayer les ridiculizó anoche en su estreno en la Champions League (fase final, se entiende). Si lo dicen los de la Prensa, será verdad, debieron pensar. Si se buscaba la catarsis total, Alemania y la soberana humillación deben ser el punto de partida. Le han ahorrado a Camacho una nueva charla de tono elevado en el vestuario. Basta con repetir el vídeo un par de veces, visionándolo todos juntitos, para que comprueben con imágenes lo que ya estaba en la tinta de los papeles desde hace un mes. La única diferencia es el que el entrenador se quedó corto con sus cinco recomendaciones. Mejor diez.

Por cierto, sin ánimo de personalizar, mal día para que Samuel comenzara a justificar lo que se ha pagado por él. Tras lo de ayer, aumentará la timidez del argentino. Como aumentarán las dudas de Figo, que parece jugar un partido distinto al de sus compañeros, corre por tres pero de nada le sirve. Cuando empezó a caer la goleada, Camacho le liberó del suplicio. Mejor. Del mismo modo, no fue muy justo que se acabaran tragando el marrón Morientes, Celades y Solari. Ellos aparecieron cuando las bases del desastre ya las habían cimentado otros. Cuando se produce un batacazo así, la tendencia a la exageración se convierte en norma, igual que cuando se gana goleando. ¿Sabrán entenderlo las estrellas del Real Madrid? Deberían hacerlo. También va en el sueldo.