El objetivo es formar jugadores

Siempre decimos lo mismo, pero no por mucho repetirlo es menos cierto. El fútbol base debe tener un único objetivo: formar jugadores. Olvidemos los resultados. Nadie se enfadará con el Juvenil A si no queda campeón de todo, ni nadie protestará si el filial no saca buenos resultados. Es normal que al conjunto de Ángel Pedraza no le salgan bien las cosas desde un inicio. Hay muchos jugadores juveniles y necesitan un tiempo para adaptarse a la nueva categoría. A todo esto cabe añadir que la Segunda B está repleta de equipos experimentados. El objetivo del filial perico debe ser intentar mantener la categoría y lo que hemos dicho antes: preparar a sus jugadores para dar el salto al primer equipo. Con que suban uno o dos por año, basta.

Ahí tenemos el caso de Dani Jarque. El canterano lo está haciendo realmente bien en el lateral diestro. La pena es que es difícil que tenga continuidad, al menos por ahora. Ibarra es el gran fichaje de este año y se le debe amortizar. No obstante, Jarque debe ser paciente. Tanto como en su día lo fue David García, que por más laterales que le traigan siempre acaba jugando él. David es el mejor ejemplo de que la paciencia es la mejor virtud que puede tener un futbolista.