El cambio de balcón de Camacho

Su paso por la Selección le obliga a ser prudente. Pero me pongo en el pellejo de Camacho y debe de estar desesperado. En un momento donde intenta cambiar la dinámica del equipo, cuando está actuando sin red en un comienzo que será vertiginoso en Liga y Champions, pierde a medio equipo durante diez días. Es un disparate que soporta con estoicismo porque antes él era el que se aprovechaba de tal circunstancia. Pero en el fondo, Camacho será el gran perjudicado del primer parón de la temporada. Lo digo porque sigue teniendo en la cabeza cambios de actitud que sólo se pueden lograr con horas de convivencia y entrenamiento.

El grueso de internacionales que están con España llegará el jueves a la hora de comer. Otro día casi perdido. El viernes concentración y el sábado partido contra el Numancia. ¿Cuándo analiza Camacho lo que pasó en Mallorca y en el trofeo Bernabéu? Tendrá que saltarse esa lección. Y no habrá posibilidad de recuperarla porque dos días después el equipo debuta en la Champions. El problema es que si no llegan los resultados, empezará una canción que ya se ha oído: que el equipo juega más o menos de la misma forma que lo hacía el de Queiroz, que dónde está la revolución en cuanto a la forma de encarar los partidos más agresiva... Por una vez, uno se pone en su pellejo y entiende lo difícil que lo tiene.