Owen: debut digno de un Balón de Oro
Pues sí, míster. Tenía usted razón. Owen nos va a dar muchas alternativas. Ante el infortunio de Raúl (el destino fue cruel con el capitán en el Día O de Owen), Camacho tiró del Golden Boy para proclamar que aquí hay pastel para todos. El inglesito se convirtió en el abrelatas necesario para desatascar una nave que continúa varada y sin chispa. De la nada, Owen maniobró por la derecha para buscar la que promete ser una alianza fructífera. Ronaldo, cómo no, aguardaba en el corazón del área pequeña para poner su impagable firma. Profetizó en AS que tenía hambre de goles y cuando Ronie está goloso devora todo lo que pilla en la mesa. De hecho, como tiene mala cabeza (sólo me refiero al fútbol) elevó su caja torácica con energía para marcar un gol con sus pectorales de Mazinger. The big Hugo marcó uno igualito en Las Gaunas al Logroñés en los felices 80. Ronaldo dio el do de pecho. Gol número 3. Sólo te quedan 32, megacrack.
No olviden ustedes que sobre el césped de Son Moix compartieron cartelera cuatro Balones de Oro (Ronaldo, Figo, Zidane y Owen). Hecho sin precedentes. Ni siquiera los tuvo el Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento. Pero la magna obra de Florentino tiene fisuras y su gesto de preocupación en el palco lo delataba. Este equipo tiende a morir de éxito y con 0-1 perdonó seis veces la vida a la animosa tropa de Floro. Luego llegó Casillas, como siempre, para evitar el empate del sonrojo. Camacho avisa: El balón no es de un jugador, es del equipo. Nos espera una temporada de debate intenso. Este Madrid se sabe superior. Y lo es. Pero si los Arango, Delibasic y Luis García les ponen en un brete, toca reflexionar.