Sobran ganas y falta equipo

Luis mandó muchos recados en su debut. Se acabó lo de jugar con un solo delantero. Ni un saque a balón parado sin estrategia. Fundamental insistir en el toque y buscar siempre las bandas. Contundencia defensiva, con una apuesta clara por Puyol. Veteranía bajo los palos. Nada que oponer. Son sus ideas y, salvo en el cambio en la portería, absolutamente identificado con su manera de ver el fútbol. Pero faltó lo principal, lo que él reclama desde que llegó al cargo: ser un equipo. Que los medios apoyemos la iniciativa y el público se lo crea pasa porque lo veamos reflejado en el campo. Y eso no se logra simplemente con abrazarse durante el himno o poniendo cara de concentración. Se logra entusiasmando con el juego. Esa es la madre del cordero. Ni Luis, con sus horas de vuelo, hace milagros.

Hay otro problema puntual, curioso y sorprendente, que ya nos arruinó la pasada Eurocopa. Resulta que desde hace décadas no tenemos un potencial de delanteros tan grande y nos cuesta un mundo hacer gol. Por eso Luis buscó ayer cambiar a medio equipo en el descanso del medio hacia arriba. Eso denota que tiene localizado el problema y, como soluciones no le faltan, tendrá que meter el bisturí en el mes de septiembre. Igual ya empezó ayer cuando dio bola a Reyes, Tamudo y Torres. El del Espanyol le respondió con goles. Igual que Víctor en la banda derecha, otra de las notas destacadas. Sacar más conclusiones sería temerario y no contribuiría para nada en el apoyo que nos ha pedido el nuevo seleccionador. Sí añadiré que yo estoy muy tranquilo con Luis en el banquillo.