¿Dani y De la Peña, un problema?

Como no podía ser de otra manera, a mí me va De la Peña. La pasada temporada vimos su mejor versión, jugando detrás de Tamudo. Para mí, es un indiscutible en el Espanyol, no merece la pena extenderse en más consideraciones. Tampoco puedo suponer que el club se haya vuelto loco y luchara hasta conseguir que renovara por tres años de espaldas a Lotina. Iván no jugó bien el sábado, pero como dice el entrenador es por falta de ritmo, por razones clásicas de la pretemporada. Dice Lotina que le defraudaron varios jugadores ante el Beira Mar, pero que salva al cántabro de la quema. Hace bien. De entre todos los que estuvieron mal, De la Peña es el que más fácil y antes llegará a su nivel. No se puede creer, de ninguna de las maneras, que vaya a iniciar la temporada en el banquillo. ¡Menudo lío extra tendríamos organizado!

Total, que por lo visto tenemos nueve puestos seguros y falta encajar a Iván y a Dani. ¡Eso no es un problema, pues hablamos de dos futbolistas de calidad! Si partimos de la base anterior, de que la mejor versión del Pelado fue detrás de Tamudo, y que sobre esa pareja se apoyó la gran reacción de la segunda vuelta, habrá que mandar a Dani a una banda, probablemente la derecha. Y si se prefiere que el segunda punta sea Dani, el que deberá irse a un lado será Iván. Es una simple cuestión de encaje de piezas y me recuerda viejas charlas de fútbol con amigos: nunca hay lío cuando toca alinear tíos que corren y corren y empujan y empujan y saltan y saltan. El problema se plantea siempre con dos jugadores capaces de jugar bien y de levantar estadios. Si el Espanyol tiene un problema en Dani y De la Peña, apaga y vámonos: juguemos al baloncesto.