No queda nada de Iron Mike

Este tipo de los mil tatuajes fue Iron Mike, el hombre de hierro. El primero que me habló de él fue Búfalo, el preparador que entonces vivía con Evangelista en EE UU: Aquí hay un peso pesado que rompe las paredes, un ex delincuente, un chico de Cus DAmato. Apunta ese nombre: Tyson. Después, sus K.Os dieron la vuelta al mundo. Era formidable, pura dinamita, un pegador total, el tipo construido para destruir. Era una especie de Rocky Marciano negro. Daba miedo verle: el Terror del Garden. Tuvo el mundo a sus pies, se bañó en dólares, batió los récords del pay per v0iew, subió a todos los palacios. Y después, el batacazo. Ya lo escribió Budd Schulberg: cuanto más alto subes, más dura es la caída. Y Tyson, el malo, ha visitado todos los infiernos. Hoy no queda nada de Iron Mike. Es un juguete roto al que suben al ring a empujones para estrujarle los últimos dólares.