Después de la Eurocopa,¿trabajo para Christo?

Felicidades Grecia, pero no te repitas. El poeta griego Takis Sinopoulos escribió: el poema nunca es tiempo presente; es pasado o futuro. En Portugal, sus compatriotas lograron rimar el músculo con el sacrificio y la disciplina con la suerte. Tuvieron premio, pero que se quede para la historia. Deseo un futuro mejor para el fútbol; como deporte y como espectáculo. Tampoco es pedir demasiado. Españoles, alemanes e italianos ni siquiera superaron el primer corte; Inglaterra se paró en la primera cuesta cuando el motor Rooney se rompió y Francia también al apearse de su lomo la fuerza y la fortuna. Las cinco mejores ligas europeas ahogadas en su propia salsa, ligada a base de marketing y trufada de grandes jugadores importados. Únicamente los checos y a ratos los portugueses, holandeses, suecos y daneses intentaron ignorar el racaneo y no se dejaron robotizar la personalidad. Las selecciones de España e Italia merecen capítulo aparte. Personificación de la vulgaridad y final del vivir del cuento, respectivamente.

Posiblemente Sáez erró; pero los jugadores son los culpables. Mediocridad a precio de oro. Son un buen complemento, no más. Tampoco se empeñan en demostrar lo contrario. Sólo marcan la diferencia en la nómina. Estuvieron como siempre. Tanto en los tópicos como en el juego. No se puede destruir lo que no se ha construido. La eliminación de Italia fue una bendición. Años de racanismo, prepotencia y especulación. El cenit de tanta pobreza fue la final de la Champions del pasado año perpetrada por el Milán y la Juventus. Apologistas de lo metrosexual de puertas a fuera, para luego en casa y para ahorrar gas, prender fuego a un mueble para freír un par de huevos. De punto en punto hasta atesorar miseria. Que los envuelvan. Artista de origen búlgaro, Christo es mundialmente famoso por envolver palacios, monumentos varios, bosques e incluso una pequeña isla frente a la costa australiana. En febrero del próximo año cubrirá con telas de color amarillo 37 kms. de senderos en el Central Park neoyorquino. Trabajo no le falta. E ideas rompedoras tampoco. Hay quien dice que ya está pensando en envolver a los seleccionados españoles e italianos que estuvieron en Portugal. Sendos monumentos a la sobrevaloración y a la tacañería. No lo subestimen, que si les paga bien... quien sabe.