Eriksson gana mucho por no ganar nada

Eriksson gana mucho por no ganar nada

Los checos tienen un coche barato (czechs have a cheap Kar). La Prensa inglesa busca el chiste fácil y para ello juega con el nombre del seleccionador eslavo (Karel) y sus honorarios. Los tabloides, sarcásticos desde la primera a la última página, tienen claro que las críticas duelen más cuando rascan el bolsillo de la estrella atizada, en este caso Sven Goran Eriksson. Una vez que el bombardeo a Urs Meier (que anuló el gol a Campbell en el partido ante Portugal) ha remitido, una vez que las putaditas al árbitro suizo (los diarios ingleses han publicado su número de teléfono y su e-mail, han hecho una colecta pública para comprarle unas gafas, le han colocado una bandera inglesa en su casa de Zúrich...) parecen haber perdido su gracia, Eriksson se ha convertido en el nuevo pim-pam-pum.

Desde The Mirror se le echa en cara cobrar 6,4 millones de euros al año, recordándole para mayor sonrojo que gana 57 veces más que Brückner, el genio de los banquillos de la presente Eurocopa. Más aún: Eriksson se embolsa más del doble que los cuatro técnicos semifinalistas del torneo juntos (Scolari, 1,7 millones de euros; Rehhagel, 780.000 euros; Advocaat, 530.000; y el mencionado Brückner, 110.000). Si los números no mienten, Eriksson gana mucho, muchísimo, muchisisísimo (que diría Papuchi) y si gana muchisisísimo debería tener un detallito con los cuatro semifinalistas. Aunque más fácil tiene hacerse el sueco.