Ética antes que estética
Ahora que Valdano ha dicho adiós (Jorge, te echaré de menos) rescataré una frase que le leí hace unos años: Si el Club respalda las decisiones del entrenador, éste será fuerte. De lo contrario, que Dios lo ayude. Obviamente, Camacho se encuentra en ese primer bloque que prestigia al técnico y al propio Real Madrid. Camacho ha sentido el peso de los galones que le ha otorgado Florentino y esa autoridad moral le ha permitido encauzar con su lenguaje directo situaciones que antes se atascaban en los despachos de la incomunicación. Les contaré cómo se las gasta este icono de varias generaciones de fieles madridistas.
Cuando telefoneó a Morientes para convencerle de que a pesar de estar Ronaldo iba a contar con él, le habló en estos términos: Moro, este año has demostrado que puedes jugar de nueve, de segundo punta y hasta de Zidane si hace falta. Si te quedas no te arrepentirás. Morientes, lógico, se quedó prendado por tanto afecto y confianza. Si el que puede ser tu jefe te habla así te olvidas de prejuicios y orgullos heridos. El estilo campechano y noble de Camacho y su honestidad personal convierten al Madrid en un ejemplo de modernidad. El librillo de JAC no entiende de estética, sino de ética. Por eso se quedan Roberto y Fernando. Gracias míster por ser como eres.