Los presidentes de las federaciones españolas se reúnen periódicamente para tratar problemas comunes. Lo hacen informalmente. Cada mes convoca uno y paga la cena. Ayer le tocó a Gerardo Pombo, de la de Vela. Sobre la mesa se puso el tema de Madrid 2012, que ha ofrecido a las federaciones lucir el logotipo de la candidatura madrileña. La contraprestación es, obviamente, dinero. Unos diez millones. Es un tema delicado. Tanto que Goyeneche, presidente del Comité Olímpico Español (COE), lo ha parado. De momento. Es la ocasión de establecer las normas del juego.

Goyeneche entiende que una federación no debe aceptar dinero de ninguna candidatura. Lo cree así porque dentro de año y medio el COE tendrá que decidirse por Madrid o Sevilla para optar a los Juegos de 2012, y tendrá muy en cuenta el voto de las federaciones. Si éstas son asalariadas de una de las dos candidaturas, la independencia del voto podría quedar en entredicho. Por eso ha llamado a capítulo a las federaciones. Éstas pararon el tema anoche a la espera de que la política de promoción que ha emprendido Madrid sea aprobada por algún órgano superior.

La batalla entre Madrid y Sevilla viene caliente. Y las reglas del juego no están escritas. Por eso, el fuego cruzado entre las dos candidaturas pilla a las federaciones en medio, que quieren sacar beneficio de todos los sitios. Si Madrid ofrece dinero, Sevilla les da pruebas internacionales. Se hace necesario elaborar un código de conducta entre las ciudades aspirantes para dejar muy claro qué se puede dar y qué se puede pedir. Así se evitarán escándalos. En la memoria tenemos reciente hasta dónde se puede llegar cuando hay unos Juegos de por medio. Incluso en el mismísimo COI.