John Goodman, recostado en la memoria de todos tras su papel en Los Picapiedra, ha cambiado su imagen de forma radical, para sorpresa de todos los estamentos de Hollywood. Cuando interpretó a Pedro Picapiedra, ese holgazán con gran corazón, a lo Homer Simpson, ya estaba un poco pasado de peso, pero ni mucho menos al nivel que alcanzó años después. En otra de sus grandes actuaciones, como el mejor amigo de ‘dude’ Lebowski, ya lucía una figura más corpulenta, cuatro años después de Los Picapiedra.

Su perfil ancho no ha cambiado demasiado (si acaso ha aumentado) con el paso del tiempo. Continuó participando en todo tipo de producciones, tanto delante de la cámara como dando voz a personajes de dibujos animados, especialmente de Pixar. Ha participado en películas especialmente bien valoradas en los últimos años, como 'Argo' o 'The artist', en las que seguía siendo el más gordo de la película. Eso, ahora, puede que cambie.

El eterno marido de Vilma se presentó recientemente en el estreno de su nueva cinta, '10 Cloverfield Lane'. Los periodistas gráficos que cubrían el evento en Nueva York tenían muy claro donde apuntar sus cámaras. Goodman lucía un figura estilizada, para sorpresa de los que le han visto una y mil veces en la gran pantalla interpretando al más corpulento de la película. Ya en diciembre del pasado año se intuía que había adelgazado bastante, cuando se dejó ver en el estreno de 'Love the Coopers'.

¿Cuál es su secreto?

Mucho ha tenido que ver la dieta que más nos gusta en España. John Goodman se suma a la lista de afortunados que descubren las bondades de la dieta mediterránea. Así lo descubre en 'Page Six' el experto del fitness Mackie Shilstone, que ayudó al actor con su pérdida de peso. Además de apuntarse a nuestros mejores hábitos alimenticios, Goodman, de 63 años, ha dejado el alcohol, una adicción que, como explicó a 'The Guardian' en 2012, “estaba afectando a mi vida laboral, a mi temperamento, a mi memoria y hasta a mi depresión”.

Además de aceite de oliva, pescado, fruta y tantos otros componentes de la dieta mediterránea, Goodman incorporó a su vida el ejercicio físico. “Antes, cada vez que abría la boca engullía una bolsa de M&M. Simplemente, dejé de meterme comida cada cinco minutos”, confiesa. El actor sale a caminar al menos seis veces por semana. Con todos estos ingredientes, el cóctel ha resultado en una pérdida de 60 kilos de peso, alejándose de los 180 kilos que llego a cargar en su peor momento, en el año 2011.

Y Goodman no se conforma: “Esperad seis meses más y ya veréis el resultado final”. “Echo mucho de menos mis chocolatinas, pero he conseguido controlar mi peso. Ya llevo un año y medio, me faltan seis meses más”, añade. El actor no le da la espalda a sus renovadas costumbres, lo que anticipa un Pedro Picapiedra cada vez más delgado. Quizá sea raro ver en estas nuevas condiciones al mejor amigo del gran Lebowski, pero su salud lo agradecerá.

Sí echaremos de menos comentarios tan divertidos como el que pronunció recientemente en una entrevista: “Se necesita una gran cantidad de energía creativa para sentarte sobre tu propio culo y pensar en qué va a ser lo siguiente que comas”. Solo una última pregunta... ¿Veremos a Goodman en una presunta secuela de 'Gladiator'?