La pérdida de elasticidad de la piel, las arrugas, las manchas de la piel, las canas, la pérdida paulatina de visión, o la aparición de algunas enfermedades,.. son algunos de los denominados "síntomas del envejecimiento", que son visibles para las demás personas y contribuyen a crear la imagen que proyectamos en la primera impresión.

Obviamente el envejecimiento es un proceso natural al que poco a poco todos nos debemos enfrentar a lo largo de nuestras vidas. La humanidad lleva desde sus orígenes buscando la fórmula mágica para frenar el proceso de envejecimiento hasta conseguir mantener nuestro organismo inalterable en una determinada etapa.

Somos pura química

A partir de las preguntas sencillas ¿Por qué nos deterioramos? Y ¿Cómo envejecemos? La ciencia moderna ha encontrado el fundamento o la base de este proceso. 

Achacan el envejecimiento y el deterioro celular a la oxidación, es decir, la transferencia de electrones de una sustancia a un agente oxidante. Estas reacciones de oxidación son la base de nuestro metabolismo celular, lo que sucede es que durante la combustión se pueden liberar los radicales libres, partículas moleculares que reaccionan en cadena, generando daños celulares.

El objetivo: Neutralizar los radicales libres



Para neutralizar los radicales libres y minimizar su impacto sobre células sanas, nuestros organismos (tanto de los animales como de las plantas) mantienen un complejo sistema de creación y almacenamiento de moléculas denominadas antioxidantes.

Los niveles bajos de antioxidantes o la inhibición de las enzimas antioxidantes causan estrés oxidativo y pueden dañar o matar las células.

Para que una sustancia actúe como antioxidante debe ser capaz de reaccionar fácil y específicamente contra un tipo de radical libre, anulando o ralentizando la capacidad de daño celular.

Es frecuente hoy en día el empleo clínico de antioxidantes para hacer frente ante determinadas enfermedades, especialmente enfermedades neurodegenerativas o accidentes cerebrovasculares. Aunque también se emplean como suplementos dietéticos en la prevención de enfermedades tales como el cáncer o la cardiopatía isquémica.

Hay mucha controversia al respecto. Mientras que unos estudios han sugerido que los suplementos antioxidantes tienen beneficios para la salud, otros grandes ensayos clínicos no detectaron ninguna ventaja para las formulaciones probadas y advierten que el exceso de la suplementación puede llegar a ser dañino. Además de estas aplicaciones en medicina los antioxidantes tienen muchas aplicaciones industriales, tales como conservantes de alimentos y cosméticos y la prevención de la degradación del caucho y la gasolina.

Encontramos antioxidantes en forma de vitaminas y minerales, que asimilamos a través de nuestra dieta. Fundamentalmente los encontramos en las frutas, verduras y algunos animales, por ello es tan importante adquirir el hábito saludable de una dieta rica en vitaminas y minerales, en combinación con el ejercicio físico, que estimula nuestro metabolismo celular, permitiendo que el proceso neutralización de los radicales libres por los antioxidantes, se acelere.

La aparición de radicales libres va íntimamente relacionada con hábitos poco saludables:

El stress, el tabaquismo, dietas altas en ácidos grasos polinsaturados, la contaminación del aire, las radiacciones…

Una forma novedosa de consumir alimentos bajos en calorías y libres de grasa y ricos de vitaminas antioxidantes, fibra y minerales, son las mezclas de vegetales y frutas, como las que se presentan a continuación:

Licuados / Smoothies

• Perejil, piña y apio blanco
• Alfalfa y zumo de naranja
• Zumo de limón, perejil y pepino
• Cas (Guayaba ácida) y espinacas
• Tomate y cilantro
• Zanahoria con naranja (ACE)

Tés

• Té de manzanilla
• té de hierbabuena
• té de diente de león
• té de malva
• té de zacate de limón.


Ensaladas

• Ensalada de lechuga, cebolla y pimiento con aceite de oliva
• Ensalada de tomate, cebolla y cilantro con limón
• Ensalada de repollo y zanahoria con limón
• Ensalada de repollo y piña con mayonesa (preparada en casa con aceite de oliva virgen y suficiente ajo)
• Ensalada de lechuga, pepino y tomate con limón.


Vegetales

El brócoli, zanahorias, alubias (habichuela), coliflor, espinacas, hojas de mostaza, hojas de remolacha, hojas de rábano, entre otros. Al vapor o en picadillos.