Davidovich, en una enorme actuación, ha destapado en Montecarlo las carencias del actual Djokovic, sin tino, sin ritmo, sin físico… y también sin colmillo.
PorJuan Gutiérrez
Página7
Davidovich, en una enorme actuación, ha destapado en Montecarlo las carencias del actual Djokovic, sin tino, sin ritmo, sin físico… y también sin colmillo.
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