Sergi Roberto

No estuvo redondo y se tiró con todo arriba con menos criterio de lo habitual. Le salvaron los gramos de suerte. Porque tener a Messi... eso sí es suerte.

El hambre. Una de las grandes claves del bajón del Madrid. Ocurre en toda profesión, cumples e incluso superas objetivos y baja la autoexigencia.

Conociendo a Lopetegui y viendo a Sergi Roberto no veo otro escenario posible en junio que verlos de la mano por Rusia. Uno disfrutando y el otro encareciendo su precio.

En otro lugar de este periódico va un curioso trabajo de Xabier Fortes, con peculiar mirada, relacionando el mal movimiento del Mariscal De Grouchy con la ...