Los diminutivos pueden reflejar tamaño, afecto… o desprecio. Quevedo llamaba a Góngora “Gongorilla”, y éste a Lope de Vega “Lopillo”.
PorÁlex Grijelmo
El Balón de Oro portugués encontró la única rendija, nunca mejor dicho, que dejó Gremio y le volvió a decir al mundo entero que allí estaba él.
PorElías Israel
Con Cristiano, yo duermo más tranquilo. El día que se vaya (ojalá sea lejano), le valoraremos en su justa medida. Renato debe estar arrepentido.
PorTomás Roncero
Daniel G. Irízar
M.A. del Pozo