Vida más allá de la velocidad
En 1987 llegó el primer título español fuera del asfalto. Tarrés ganó el Mundial de Trial y despertó el interés por esta disciplina en nuestro país.
El 10 de septiembre de 1966 nació en Barcelona Jordi Tarrés. Su llegada coincidió con el máximo apogeo de la moto de campo en nuestro país y, al mismo tiempo, un momento esperanzador dentro de la velocidad. Comenzaban a verse españoles con opciones de título en la disciplina y unido a figuras como la de Ángel Nieto, su popularidad iba creciendo a niveles de audiencia. El motociclismo creo afición, pero las marcas españolas en general y Bultaco, Montesa y OSSA en particular, apostaron por una modalidad más económica en la que los resultados nacionales, en este caso, no acompañaban.
El Trial no necesitó demasiado para despertar el interés de la afición, pero el éxito individual no acompañó al de las marcas. Hubo que esperar hasta 1979, simplemente, para el primer triunfo español de la disciplina que firmó Manuel Soler. Y aunque volvieron los años de sequía, en 1986 comenzó un nuevo ciclo de la mano de un joven de 20 años que revolucionó por completo el panorama nacional. Tarrés creció y decidió buscar su suerte en una modalidad donde logró su primer triunfo siete años después del primero para España. Fue cuarto de la general, pero por primera vez se dio la sensación de que la velocidad, dejaría de ser la única especialidad donde un piloto español aspiraría al título. Y así fue.
Tras esa victoria en Estados Unidos no sólo comenzó una época de esperanza sino que también, una transformación en el pilotaje del trial. Tarrés hizo historia con su propio estilo y se convirtió en sinónimo de victorias, ya que en nueve temporadas cosechó un total de siete títulos empezando por el de 1987. Su éxito coincidió con el de los fabricantes españoles en el Mundial. Regresaban a la primera plana y todos los logros servían de aliciente para aquellos que querían ser como Jordi. Y no son pocos los que afirman que leyendas como Toni Bou, Adam Raga (que ha sido su pupilo) o Laia Sanz, no se hubieran atrevido a ser lo que son a día de hoy, si ese barcelonés no se hubiera convertido en todo un referente.
Las prohibiciones y dificultades que se encontró con el paso del tiempo la moto de campo a nivel nacional, no impidieron que los ídolos mantuviesen a aquellos que querían parecerse a su referente. Después de los 7 títulos de Tarrés llegaron otros 61 en todas las variables del trial: natural o indoor, el campeonato jr., el femenino o el juvenil. La cifra asombra y al mismo tiempo certifica como España es el país más laureado de la historia del trial, gracias a otros grandes dominadores como Toni Bou (dueño de 32 coronas), que no sólo es una estela de esos títulos interminables de Jordi. Porque el de Piera también trajo consigo un efecto renovador en este deporte, que ha vuelto a cambiar la historia por completo.