Ni las concesiones ayudan
Honda y Yamaha seguirán contando con todos los beneficios de MotoGP debido a los malos resultados. Ambas marcas incluso han empeorado su rendimiento.
Ni Honda ni Yamaha consiguen salir del pozo. El Mundial de MotoGP ha llegado a su vacaciones de verano con una primera mitad de año que, como era de esperar, ha estado marcada por las hegemonía de las Ducati. Aun así, poca queja hay de esta paliza de los italianos, porque la luchas en pista han estado más apretadas que nunca... pero también en los despachos, gestionando el mercado de fichajes más loco de los últimos años. Negociaciones aparte, tan solo los de Borgo Panigale podrán darse el lujo de disfrutar de un parón veraniego bien merecido, mientras otras marcas seguirán trabajando para desbancarles de los primeros puestos que ocupan en todas las clasificaciones generales.
Puede que en KTM o Aprilia la preocupación sea menor, pero en las casas japonesas como Honda o Yamaha, el temor es incluso mayor que el año pasado a estas mismas alturas. Ambas marcas siguen sin acercarse al podio y, aunque los de Iwata al menos son capaces de colarse en el Top10 en alguna que otra ocasión, los del ‘ala dorada’ sufren para meterse en la zona de puntos. Es más, Luca Marini no había puntuado hasta esta cita final en Alemania, también beneficiado por las caídas en la parte delantera. En resumen, todo un desastre que les sigue dejando en las mismas condiciones: pleno de concesiones para ambas marcas, que se mantienen en ese nivel D del nuevo sistema de concesiones que el Mundial de MotoGP ha estrenado esta temporada. Es decir, el más bajo de todos, donde se sitúan esas marcas que han conseguido menos del 35% de puntos posibles.
Analizando las dos marcas, Yamaha es la que parece estar un poco mejor dentro de la gran crisis. Los de la fábrica de los diapasones ya han encontrado ciertas piezas que parecen ayudarles a salir un poco del pozo, aunque su rendimiento en esta primera mitad de temporada ha bajado un 6% en comparación al parón del pasado 2023, situándose en el 21.2% de puntos (las concesiones se revisan a finales de año y a mitad de temporada). Lo positivo para Yamaha es que, al menos, de cara al próximo curso contarán con cuatro motos en pista tras adquirir el equipo Pramac, quitando dos plazas a Ducati que, en vista de esta transacción, podría bajar un rendimiento que ahora alcanza el 95.4% (730 puntos de 765 posibles). Es decir, un uno por ciento más que el pasado año y sin ningún tipo de beneficio en cuanto a test o wildcards. De hecho, los italianos son los únicos en ocupar ese primer nivel de las concesiones porque los siguientes son KTM y Aprilia en el nivel C, ambos con un porcentaje del 50%. La diferencia está en que los austriacos han disminuido un 1% (ahora, 50,3%), mientras que el nivel de Viñales con los de Noale ha supuesto una subida del 5% (ahora,49.7%).
El caso de Honda es, sin duda, el más preocupante de todos. Da la sensación que los japoneses no han aprovechado tanto las concesiones como sus vecinos. Las motos que han puesto en pista han sido las mismas desde el test de pretemporada en Valencia y, pese a que se han probado nuevas piezas y pequeños avances, nada ha ayudado a solventar todos sus problemas. De hecho, incluso han ido a peor. La montaña se hace cada vez más grande y encontrar una solución se hace más difícil. Con respecto al 2023, HRC ha bajado su rendimiento en un 5%, situando su porcentaje de puntos en solo un 15.7%. Un desastre total que hace que sus pilotos vayan perdiendo la motivación, condenados a no acabar carreras o hacerlo, prácticamente, fuera de las posiciones de puntos. Quizás necesiten escuchar el consejo de Marc Márquez y coordinar a sus ingenieros para salir del peor momento de su historia. Y es que una cosa está clara: será imposible si no reman todos en una misma dirección.