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Ducati es la “última apuesta” de Márquez

El español admite que se jugó “mucho” dando el paso hacia la moto italiana, pero celebra haber vuelto “a los viejos tiempos” junto a un equipo de fábrica.

Marc Márquez abandona el garaje de Ducati durante los test de pretemporada de MotoGP en Montmeló.
Instagram Marc Márquez

La llegada de Marc Márquez al garaje oficial de Ducati, con quien se presentará este lunes a las 11:00 hora española, es la consecuencia de una decisión que puso al octocampeón entre la espada y la pared. Tras once temporadas junto al Repsol Honda, el equipo que le dio la oportunidad de debutar en MotoGP y junto al que logró sus seis títulos en la categoría reina, el español se vio en la necesidad de renunciar a todo ese entorno que ya consideraba familia, para saber si realmente merecía la pena continuar en activo. Después de cuatro años marcados por esa lesión que llegó en Jerez 2020, existía la necesidad de descubrir si seguía siendo el mismo piloto de siempre y junto a la marca del ala dorada, en su mayor momento de crisis dentro del Mundial, iba a resultar imposible encontrar su mejor versión. Por eso, el ilerdense encontró en Gresini todo lo que necesitaba.

Para un ocho veces campeón recalar en una estructura satélite podía parecer un paso atrás. Pero su llegada al box de Nadia Padovani, a pesar de renunciar a la Demosedici en curso, supuso su resurrección. Márquez volvió a disfrutar, exhibió su mejor versión y los resultados le llevaron hasta el garaje oficial de Borgo Panigale, donde se estrenó durante los primeros test de pretemporada en Montmeló. En su primera toma de contacto, el español apareció con una decoración completamente roja (tanto en su mono como en la moto) que guardaba un significado, como explicó para MotoGP: “Fue idea mía, porque como sabemos, he apostado mucho cambiando a Ducati. Fue como representar mi última apuesta, ¿no? Como el todo al rojo en el casino. Los diseñadores hicieron un trabajo muy bueno y fue un buen día (de pruebas), hemos disfrutado mucho”.

Después de cuatro años de dudas, Márquez volvía a “los viejos tiempos en un equipo de fábrica” y se enfundaba el mono acompañado de esa responsabilidad que exige el trabajo en un garaje oficial. “Sobre todo cuando llegas al mejor equipo, al equipo que mejor ha funcionado en los últimos años”, apuntaba el español. En esta ocasión, bajo el rojo Ducati, Marc comenzó a trabajar en una nueva temporada durante una jornada de test “muy ocupada”, donde la prioridad no fue descubrir su potencial a una vuelta: “En este tipo de pruebas no puedes concentrarte para sacar el máximo de la moto (a pesar de todo fue 4º, a menos de una décima de Bagnaia y seis del líder, Álex Márquez), porque tienes que probar muchas cosas”. Especialmente en su caso, ya que era la primera toma de contacto con la Desmosedici en curso.

A pesar de que el octocampeón tuvo a su disposición la GP24, Marc pasó “la mayor parte del día con la GP25″: “Podemos decir que el 95% del día fue con la 25, porque cuando se trata de una moto nueva hay más trabajo por hacer y estuve concentrado todo el día en eso. A mitad del día probamos la 24 también y no fue mala la sensación. Sí fue diferente, pero el carácter de la moto al final es de una Ducati y la forma de pilotar la moto es la misma”. Durante el plan que preparó junto a los de Borgo Panigale, Márquez sabía que “no era el momento de caerse, porque si te caes el plan cambia mucho y todo se vuelve más difícil”. Y por encima de todo, su prioridad era comenzar con buen pie una nueva aventura, en la que el objetivo vuelve a ser el que le acompañó hasta llegar la lesión: el título.

En Malasia empezará “la verdadera pretemporada”

Para volver hasta lo más alto, la experiencia le dice al español que debe “ser muy preciso en todas las cosas” y tras las primeras impresiones, resalta que tanto Pecco como él, tuvieron “más o menos los mismos comentarios sobre la nueva moto”. Coincidir con el piloto que mejor conoce la Desmosedici y que para Marc será la referencia en el garaje, como dejó claro antes de estrenar esta nueva etapa, es un síntoma positivo para el octocampeón, que intentará “hacerlo lo mejor posible y ayudar al equipo”. En Barcelona ya dio “el primer paso” y en Malasia empezará “la verdadera pretemporada”.

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