Assen es una montaña rusa de vivencias para Maverick
Mack regresa al circuito en el que el año pasado rompió con Yamaha para irse a Aprilia y en el ha ganado tres veces y ha subido siete veces al podio.
Maverick Viñales y Assen tienen una relación especial. En la catedral de la velocidad, como reza el cartel que da la bienvenida al paddock, Mack las ha vivido de todos los colores, en lo deportivo y en lo extra deportivo. Este circuito es una montaña rusa de sensaciones y vivencias para el gerundense de Roses, con un trazado que le gusta, del que ha salido tres veces vencedor y en el que ha subido hasta siete veces al podio. Pero resultados al margen, fue en este escenario donde AS contó el sábado del año pasado que Maverick rompía con Yamaha y fichaba por Aprilia, con contrato en vigor con Yamaha hasta 2022 inclusive. Se iría del lado de Quartararo para ser el nuevo compañero de su amigo Aleix Espargaró, que hizo de intermediario para su llegada a la casa de Noale, la misma con la que, por qué no, podría estrenarse este domingo en el podio de MotoGP, precisamente en Assen...
Después de la carrera holandesa del año pasado, que acabó segundo e inmerso en un ambiente raro e impropio de un podio, llegaron las dos de Austria, ya en agosto, en las que el divorcio se hizo oficial. En la primera cita Maverick maltrató el motor de su Yamaha, en la segunda no compitió por decisión de su fábrica, como castigo, y al día siguiente se anunciaba la separación desde ese momento, para subirse a la Aprilia en un test en Misano y ya en GP a partir de Aragón, para preparar con antelación la temporda 2022 en la que nos encontramos y en la que el campeón de Moto3 de 2013 por fin ha sido capaz de mostrar parte de su potencial con la Aprilia.
Lo hizo en la carrera del domingo pasado, en Alemania, donde partía noveno y llegó a ponerse cuarto, para pelearle el podio a Aleix hasta que se rompió el rear device o holeshot trasero de su RS-GP. A Álex Márquez le sucedió lo mismo en su Honda. A ambos se les quedó enganchados el bloqueo de la suspensión trasera y con eso la moto se convierte en inconducible, más parecida a una chopper que a una moto de carreras.
A ver si no le pasa nada raro a Maverick este fin de semana en Assen y acaba de explotar con la Aprilia, donde ya ganó con la Yamaha en 2019 por delante de Marc Márquez y Fabio Quartararo, el campeonísimo y el vigente campeón. Hay que ser muy bueno para ganar a esos dos, y aquel Maverick era muy bueno, tanto que les metió 4.8 y 9.7 en la meta. Antes, ya había ganado en esta pista en el año de su debut mundialista, en 2011 con la 125cc, y repitió victoria al año siguiente, ya con la Moto3. Fue segundo en 2013 camino del título y ya en Moto2 acabó segundo en 2014. En la categoría intermedia sólo estuvo un año y ya en MotoGP tuvo que esperar hasta 2018 para su primer podio (tercero), a lo que le siguió la victoria de 2019 y el segundo del año pasado. Cuando Maverick más ha sufrido en Assen fue con la lluvia de 2016 y para este fin de semana las previsiones dan agua, pero mucho más el viernes (99% de probabilidad) que el domingo (48%). Habrá que estar más atentos que otras veces a los movimientos de Mack este fin de semana, tal vez el de su primer podio en MotoGP con la Aprilia.