Una moto “hecha para ganar”

No hay dos sin tres. O eso dicen. Porque después de que Honda dominase las dos primeras ediciones que el Dakar disputó en Arabia Saudí, el tercer triunfo se le acabó escapando a favor de Sam Sunderland con la GasGas en la última edición. Es una evidencia que a la firma japonesa le sentó demasiado bien el cambio de continente, pero a pesar de comenzar una nueva era aboliendo el dominio absoluto de KTM durante 18 años, el triplete deberá esperar si todo sale bien y de momento, hasta el próximo mes de enero. Porque la fábrica del ala dorada regresa al desierto con un objetivo claro: recuperar el título del mítico raid.

Para llevar a cabo la hazaña mantienen su confianza en la alineación que compitió hace tan solo un año en el desierto, pero con una gran excepción: la de Joan Barreda. El castellonense no formará parte de la alineación oficial por primera vez desde 2014, a pesar de el elevado número de victorias por etapa que ha sumado al palmarés de HRC, y su lugar será ocupado por un Van Beveren que por primera vez en su trayectoria dakariana no se pondrá al manillar de una Yamaha. Cambia de marca pero no país de origen, para completar un cuarteto en el que continuarán presentes Ricky Brabec (campeón de 2020), Pablo Quintanilla y José Ignacio Cornejo, completando una escuadra a la que definen la “experiencia y determinación”, como destaca Rubén Faria, general manager del equipo.

El rumbo de Barreda pasa ahora por continuar junto a Honda, aunque de manera independiente, para tratar de complicarle las cosas a una estructura oficial que ha afinado la Honda CRF 450 Rally en los terrenos más difíciles del mundo. A pesar del cambio de estructura, Van Beveren se siente “muy cómodo” sobre una moto de la que además destaca otras cualidades: “Es estable y rápida”. Esa segunda virtud será especialmente importante durante la primera mitad del rally, ya que una vez aborden el Empty Quarter cederán rapidez para dar paso a otro pilotaje que también facilitará esta moto. Porque “está hecha para ganar”.

Podrán hacerlo si todo el trabajo realizado a lo largo del año y la suerte se dan la mano durante las dos semanas de competición. Brabec reconoce que han centrado sus esfuerzos “en la navegación, la velocidad y la salud” para repetir la hazaña de 2020 y todos coinciden en un punto común: hay satisfacción “con la preparación para el próximo Dakar”. Las palabras de Cornejo secundan a las del americano y miran en la misma dirección que todo el seno de HRC. Su mejor posición hace tan solo un año fue la segunda que marcó Quintanilla y tras quedarse con la miel en los labios, el chileno también avisa: “Estoy ansioso por pelear nuevamente por el título. Puedo hacerlo, esto no es solo un sueño”.