Sainz acaba “dolorido”
El madrileño sufrió “dos impactos bastante serios en el cuello” que le mermaron. No notó el aumento de potencia en otra jornada donde fue “lo más deprisa” posible.
Hubo un primer intento para hablar con Carlos Sainz, pero hoy había dos prioridades antes de atender a la prensa: ver de qué manera se podía mejorar la suspensión del Audi y la visita al fisio. Ambas tienen más relación de lo que parece, pues fueron ganando importancia mientras que el madrileño recorría una quinta etapa que le hizo acabar “dolorido”. Las lluvias se notaron sobre el terreno, “las dunas estaban muy rotas, estaba muy roto, y era un tramo difícil”, donde pilló un bache que le pasó factura físicamente: “He tenido dos impactos bastante serios en el cuello”.
De ahí surgió la necesidad de acudir al fisio, para tratar la zona y también, la de adaptar la suspensión del prototipo alemán a las condiciones del terreno. “Estamos mirando el coche por si podemos mejorar la suspensión, afinando cosas”, reconoció Carlos, después de una jornada que le recordó mucho a la anterior. “Fue muy parecida a la de ayer, mucha arena, dunas y hierba de camello. Zonas más rápidas, zonas de cruzar unas dunas muy pequeñas, lunetas, un terreno muy roto muy roto y muy físico”. Tanto, que su compañero Peterhansel se bajó del coche llorando por el dolor.
¿Pasará factura todo ese sufrimiento en la próxima jornada? Seguramente sí en “un bache, una duna o una caída”. Lo que apenas ha variará serán las sensaciones dentro de un habitáculo en el que de primeras no han percibido ese aumento de potencia que ganaba el Audi a partir de hoy. La diferencia (8 kW más) “es tan sutil que no lo he notado”, dice un Sainz, que vuelve a evitar la polémica con Al Attiyah. “No comments (sin comentarios)”, quedó el madrileño sobre los reproches del piloto de Toyota a la FIA y su única lucha contra el qatarí, será la que mantengan por el Touareg.
Está siendo complicado, los Audi van “lo más deprisa que podemos, tanto Stephane (Peterhansel) como yo, pero cuando no hay más, no hay más. Es lo que hay”. Habla desde el resentimiento que causa saber que lo estás dando todo a cambio de nada, aunque la historia podría ser diferente si el peso del prototipo híbrido fuese menor: “Una especial con mucho bache, con un coche pesado, cada bache lo notas. Vimos la diferencia de lo que es quitarle cien kilos y si se los quitásemos en estas especiales, nos vendría muy bien”. Pero esa normativa se mantiene inalterable y habrá que pelear con unas armas a las que quitarle “cien kilos ahora es como ciencia ficción”.