“Quiero seguir fundiéndome la batería”
Albert Llovera estrena un proyecto con mucho “valor personal” que pondrá a prueba en el desierto. No se marca objetivos, pero sí habla de Sainz: “Ojalá ganase el Dakar”.
A Albert Llovera (Andorra, 56 años) le gusta complicarse la vida, pero todo tiene una explicación: “Me divierto así, haciendo lo que hago”. El piloto andorrano es consciente de que tendrá tiempo de sobra para pasar en casa y mientras pueda, seguirá embarcándose en un camino de proyectos donde la ruta, en esta ocasión, le ha unido con Ford. Por primera vez en su trayectoria Llovera ha encontrado un proyecto donde además de compartir sus valores, también “hablamos el mismo idioma”. El entendimiento ha sido tal, que incluso han tenido la oportunidad de desarrollar un proyecto para el Dakar en tiempo récord y a pesar de que la falta de kilómetros le impide marcarse un objetivo y estimar un resultado final, sí sabe cuál quiere para Sainz: “Me gustaría muchísimo que ganase, ojalá”.
-Quinta participación en camión, por las tres que realizó en coche. Parece que se está consolidando en esta categoría.
He hecho tres Dakar en coche y esta va a ser la quinta en camión. Aquí me encuentro muy valorado entre los equipos de camiones, les gusta mucho lo que hago. Los mejores pilotos y los mejores equipos me vienen a ver durante el Dakar para interesarse de cómo lo estoy haciendo y entonces me siento más cómodo en esta posición. En la de coches tienes es ‘tanto dinero, tendrás este aparato’. Esa es la diferencia, entonces, como yo soy muy de valores, me gusta este proyecto porque tiene como mucho valor personal y social. Creo que me tira ya tanto una cosa como la otra.
-¿Qué le aporta a Albert Llovera seguir recibiendo esa confianza para continuar en el Dakar?
-Me aporta continuar estando vivo en el mundo del deporte y continuar sabiendo que tengo todavía batería. Quiero seguir fundiéndome la batería, porque todavía tengo. Siempre pienso que ya tendré tiempo de estar en casa en el sofá y hacer otras cosas. De hecho tengo una vida que me encanta, tengo una ortopedia donde diseño mandos de conducción, las mejores sillas para ir por la calle… Todo esto también me motiva muchísimo porque sé que la gente puede desplazarse y todo esto me motiva muchísimo. Esa gente que antes tenía que pedir un taxi o la gente de casa le tenía que acompañar, pues hoy en día pueden hacerlo por ellos mismos y para mí es un orgullo.
-¿Cuánta batería le queda?
-Tengo batería mientras haya alguna marca que esté detrás, que tenga los sponsors que tenga detrás. Sino, llevo muchos años también compitiendo, tengo cuatro campeonatos y he ganado cinco subcampeonatos, entonces, nadie me ha regalado nada para llegar hasta aquí, pero creo que también hay otras cosas en la vida que me pueden hacer divertir y vivir perfectamente.
-¿Qué siente cuando ve toda su evolución deportiva?
-Me hace mucha ilusión, tengo la gran suerte de que detrás de todo tengo unos trabajadores que me ayudan en conseguir todos mis objetivos y somos muy buenos amigos. Siempre digo que hay tres puntos importantes en la vida cuando te suceden cosas, no hace falta que tengas un accidente, ya en el día a día. Por eso yo siempre digo que un equipo genial es, sobre todo, que tú veas que te ha sucedido algo y quieras salir de ese problema. El segundo es tener una buena familia como yo la tengo, que ni siquiera nos llamamos todos los días, pero están, nos llevamos bien y tengo la suerte de tener unos padres geniales y cuatro hermanos brutales. Y el tercer punto son mis amigos. Son como mi familia ilegal, mis hermanos hacen la comunión de alguno de sus hijos y les invitan directamente. He tenido la gran suerte de tener esos valores y es algo que no se consigue con dinero. A esto le doy mucho más valor que conseguir el resto de cosas.
-Dentro de todos esos valores, ¿qué le aporta Ford?
-Fiché a Ford porque me gustaba el proyecto. Me he encontrado a alguien de verdad, te lo digo de verdad, que no me había pasado nunca. Tenemos los mismos valores, hablamos el mismo idioma y no me había pasado antes. Que una marca piense en sus trabajadores, piense en sus conductores, teníamos que trabajar juntos. Les llamé y les dije ‘oye, no nos da tiempo para ir a Marruecos y no me da tiempo a hacer entrenos’, pues habíamos dicho de grabar allí unas imágenes y no nos dio tiempo, les dije ‘me sabe muy mal’ y la respuesta fue: “Nos da igual, te queremos a ti y te que-remos a ti durante todo el año”. Estamos trabajando también en una parte social y yo formo parte de esa parte social. Con eso me lo dijeron todo.
-¿A Albert Llovera le gusta complicarse la vida o este proyecto lo ha hecho todo muy fácil?
-No, no, me gusta complicarme la vida. Me divierto así, haciendo lo que hago. Estoy 200 días fuera de casa, entre reuniones, trabajos para las empresas, conferencias… Entonces, te tiene que gustar mucho lo que haces porque sino, al final, ni tu familia te lo aguanta ni uno mismo se divierte. Pero mientras lo pueda hacer, voy a continuar haciéndolo.
-Todo el tema de reuniones del que habla, ¿le resta tiempo de preparación física?
-No, porque entreno físico todo el año pensando en el Dakar, no en las carreras de hielo o algún rally que hago. Siempre pienso en hacer el Dakar y físicamente, el resto de cosas que hago están enfocadas también pensando en que voy al Dakar. Hay fines de semana que me toca descanso, pero entreno sesión doble porque tengo que viajar.
-Dice que todo esto le tiene que divertir, pero ¿se marca algún objetivo o eso lo va viendo sobre la marcha?
-En este caso el objetivo me lo tengo que marcar sobre la pista. Al ser todo tan nuevo, al final solo hemos hecho 60 kilómetros y no sabemos si va a aguantar el tornillo de turno que te cuesta 25 céntimos o se va a romper una suspensión de 7000 €. En principio va todo bien, durante lo que probamos no se nos aflojó nada ni del camión ni de los mandos, que los terminamos dos días an-tes (de las pruebas). Estuvimos trabajando una semana entre Italia y Chequia, que entrenaba en los hoteles, con gomas… Hago las previsiones de los entrenamientos cuando estoy en casa pen-sando en los días que no estoy y luego, tengo la gran suerte también de tener a Carolina García que es la que me hace la nutrición. Voy con todo el pack, porque sino estaría como un cencerro, no tengo abdominales ni nada y estaría descontrolado que es lo que me pasa muchas veces. Voy siempre en una línea para conseguir las cosas.
-Le vemos siempre con Kimoa, la marca de Fernando Alonso. ¿Cuál es su relación?
-A Fernando le gusta mucho lo que yo hago y me apoya desde esta marca que tiene. Pero me llevo muy bien también por ejemplo con Sainz o con Marc Gené. Tengo muy buen rollo con ellos y también con otros, lo que pasa es que a Carlos por ejemplo ya le conocía de cuando estábamos en el Mundial de Rallys, tenía la suerte de poder cenar juntos, de poder estar muy cerca… No es lo mismo tener a Carlos fuera, que tenerle en un sitio con 300 personas.
- ¿Le ve ganando con este Audi?
-Me gustaría que lo hiciera mucho. Lo tengo como un ídolo de siempre, igual que a Fernando o a Marc. Pero con Carlos, a parte de compartir muchísimas cosas y compartir en especial el primer Dakar que él hizo. También su copiloto era mi copiloto, su ingeniero era mi ingeniero.. entonces también compartimos otras cosas y es por eso que te hace más ilusión que lo haga bien. Me gustaría muchísimo que lo ganase, ojalá.