“Jugamos la Europa League”
Fuertes y Vallejo son “la punta de lanza” de un Astara Team que sube la exigencia. Se caen de “la Champions, pero podemos hacerlo muy bien”.
Se habló en todo momento de motor, pero eso no impidió que el fútbol dejase algún que otro símil para explicar la posición de Óscar Fuertes (Madrid, 48 años) y Diego Vallejo (Lugo, 49 años) de cara al próximo Dakar. La dupla del Astara Team afronta la edición de 2023 dentro de un ‘dream team’ en el que serán “la punta de lanza”, a pesar de tener que ceder el “foco” mediático a sus nuevos compañeros como reconoce el gallego: “Las estrellas en este caso son ellos (Laia Sanz y Carlos Checa)”. No es una manera de quitarse presión, pues las nuevas incorporaciones hacen “que suba el nivel de exigencia y cuando te gusta competir eso siempre es deseable”, y desde el primer momento esta pareja ha dejado claro que están aquí para competir.
No lo harán en “la Champions”, pero “jugamos en la Europa League”, destaca Fuertes, sobre su posición en una tabla donde “son las marcas oficiales las que van a luchar por el Dakar”. ¿Cuáles son sus ambiciones? “Hacerlo muy bien”: “Si hacemos todo lo que está en nuestra mano, me iría satisfecho. Luego los resultados que vengan después, dependerán de lo que tú hagas y hagan los demás”. Le complementa Vallejo: “Tú puedes decir una posición, pero cambia mucho de un año a otro. Simplemente hay que llegar allí, correr y ver dónde estamos”. De partida saldrán con un planteamiento de carrera diferente porque “el año pasado, cuando salimos al ataque, dimos siete vueltas de campana”, bromea el madrileño, sobre un incidente que les ha recordado que “el Dakar es una carrera cada día, muy difícil de gestionar, que la puedes perder en un minuto”.
El objetivo es sumar otra finalización cuando la edición llegue a la meta en Dammam y la situación del equipo también favorecerá a ello. “Cuando tienes una estructura dimensionada para tres coches la responsabilidad cambia. Los tres coches nos quitan mucha presión, que es la que hemos tenido en los últimos años ya que el proyecto básicamente descansaba en nuestro resultado”, cuenta Fuertes, sobre una situación que agradece por partida doble: “Estas llegadas nos vienen bien, porque el día que compitas y tus retos no sean superiores a la última vez que dejaste de competir, entonces es mejor que lo dejes”. Algo que de momento no es una opción.
Tampoco lo fue el hecho de cambiar de copiloto a pesar de la tendencia que ha llevado a muchos pilotos de motos a cambiarse hasta el asiento derecho. A pesar de que el copiloto “es más del 60% del resultado, ya que marcan el resultado y el peligro real”, la asociación entre Fuertes y Vallejo sigue funcionando a la perfección. En este caso es el propio Fuertes quien reconoce que “de un piloto a otro no hay tanta diferencia en tiempo, como con el copiloto”. Y Vallejo termina de explicar su labor: “Haciendo otro símil de fútbol, yo lo comparo con un portero. No gana los partidos, pero sí los puede perder”. Está claro que tienen la misma forma de enfocar la competición y el bagaje, tiene tanta culpa de ello como de su ambición por ir a más: “Con más recursos lo puedes hacer mejor y ahora los tenemos. Tenemos que aprovecharlos”.