Borrón y cuenta nueva desde el liderato

Sin tiempo para lamentarse, la IndyCar continúa el domingo en Detroit (21:00, Movistar Deportes) tras el triunfo de Newgarden en las 500 Millas y el sabor agridulce que dejó a Palou. Para el barcelonés fue una montaña rusa que empezó con la pole y liderato, siguió con el accidente provocado por VeeKay, continuó con una remontada espectacular desde el 25º y finalizó con el cuarto puesto y más puntos de ventaja en la clasificación del campeonato. Tiene 219, por los 199 de Ericsson, su compañero en Ganassi, y tercero aparece O’Ward con 185. El mexicano llegó al óvalo a seis de distancia, segundo en la general, y tras su abandono ahora está un poco más lejos.

En cualquier caso, las distancias nos son nada significativas a estas alturas de campeonato. Las 500 Millas son un punto de inflexión y ahora toca poner el chip de campeonato, sumar todo lo posible en cada gran premio. Y lo siguiente es Detroit, cuyo circuito urbano cambia de su ubicación de Belle Isle a las calles del centro de la ciudad para regresar a sus orígenes. Borrón y cuenta nueva, en definitiva, sin referencias para ninguno.

Palou ha pasado página ya de las 500 Millas, solucionó su incidente con Veekay con un apretón de manos y a otra cosa. No es el caso de otros pilotos, que criticaron de alguna u otra manera lo que pasó durante ‘la gran carrera americana’. Alexander Rossi, de McLaren: “Para mí, lo que tenemos que analizar son los adelantamientos en las salidas”, dijo Rossi a NBC después de la carrera. “Es algo que hay que estudiar”, sentenció. Su equipo, por su parte, se resigna y también se pone en modo regularidad. Zak Brown lamentó la mala fortuna de sus coches, con dos aspirantes fuera de carrera en las últimas vueltas y mira la clasificación: “No fue un buen día de puntos para nosotros. Pero somos una amenaza para ganar cada fin de semana con varios autos que aspiran al campeonato”. Un campeonato que se ‘reinicia’ el domingo. Con Palou y su regularidad al frente.