“A mi Dakar le pongo un siete”
Cristina Gutiérrez atiende a AS para analizar su participación en el Dakar, en el que se estrenó como piloto oficial en la máxima categoría con un Dacia.
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Cristina Gutiérrez (Burgos, 33 años) ha completado este 2025 su primer Dakar a bordo de un coche de la máxima categoría (T1+), el Dacia Sandriders, y además ha compartido equipo con dos leyendas del automovilismo como Nasser Al Attiyah y Sébastien Loeb. Las circunstancias de la carrera obligaron a la burgalesa a realizar labores de apoyo a sus compañeros, pero a la vez demostró una velocidad que le hace ser optimista de cara al futuro, como asegura a AS.
-Ya le han pedido una valoración de su Dakar, pero me gustaría saber qué nota se pone en su debut con los T1+
-Yo creo que me pondría un siete, porque obviamente hay cosas que podemos mejorar, como temas de gestión y de velocidad.
-¿Y al coche?
-Le daría un ocho, porque en mi caso el único problema que tuvimos fue lo de la dirección y fue una cosa que nunca había fallado por lo demás. El coche ha ido perfecto, no ha tenido ninguna otra cosa más aparte de lo de la cremallera de la dirección
-¿Qué ha sido lo más duro del Dakar? Aparte de quedarse sin opciones reales en la segunda etapa por problemas mecánicos.
-Obviamente ese fue un momento muy duro, porque te das cuenta de que ya no puedes hacer nada. Luego lo más duro fue la gestión de la paciencia. Veía que lo iba haciéndolo bien, que iba haciendo buenos ritmos, buenos resultados, y de repente llegas y tienes que parar (para ayudar a sus compañeros). El trabajar esa paciencia como piloto. Sientes que lo estás haciendo bien y que hay tanta expectativa detrás, porque yo sé que la gente también al final espera mucho de mí y de lo que voy haciendo... Entonces, el mantenerse segura con una misma en ese momento, creo que ha sido lo más costoso.
-Si el año que viene tiene que hacer esa función de mochilera, ¿lo volvería hacer?
-Sí, porque no me queda otra
-¿Ese es el mayor aprendizaje que se ha traído de su estreno con los prototipos??
-Sí. Probablemente sea ese trabajo de la paciencia, ese trabajo de la autoconfianza. Porque como hay tanto ruido y escuchamos tantas cosas y sé que la gente está pendiente de lo que digo o de ver cómo lo hago porque al final es un proyecto oficial, mantenerte en tus cabales y estar seguro de uno mismo y seguir por tu camino es importante.
Hablando del proyecto oficial, ¿cómo ve el coche tras este primer año? ¿Tiene mimbres el Dacia de ganar un Dakar?
-Sí, yo creo sí... Tenemos suerte de que también hay competidores muy duros como Ford, Mini y Toyota. Ya habéis visto que ha habido muchos ganadores de etapas de marcas diferentes, que eso hace que el Dakar sea una carrera ahora mismo muy bonita. Pero también viendo el análisis del equipo, porque analizamos luego los sectores para tener realmente una valoración real de cómo está el coche. Y realmente el Dacia es muy competitivo, es muy rápido y en cualquier terreno se desenvuelve muy bien. Quizá no es el mejor en un terreno, por ejemplo de piedras, pero es el segundo mejor de todos los terrenos y eso hace que sea un coche multidisciplinar y en el que hemos visto por ejemplo que Nasser prácticamente ha ganado una gran cantidad de los sectores del Dakar. En ese sentido estamos contentos, obviamente hay que mejorar cosas, pero vamos por un buen camino.
-Intuyo que este 2025 va a ser importante para la marca. Usted no hará el Mundial al completo, pero sí sus compañeros. ¿Cómo lo afrontarán? ¿Potenciarán las virtudes que ya tiene o se centrarán en mejorar las debilidades?
-Creo que se van a hacer ambas cosas. Lo que está claro es que el hacer el Mundial exige hacerlo a un nivel de ganar. Quiero decir, ellos van a ir a ganar siempre y a sacar el máximo número de puntos. Y creo que yendo a ese nivel vamos a ser capaces de detectar problemas o piezas que igual hay que mejorar de cara al Dakar. Competir a ese máximo nivel va a hacer que podamos ser capaces de evolucionar el coche más.
-Le pregunté en Bisha antes de salir al Dakar por un objetivo realista. Me dijo que Top-5. ¿Realmente es un objetivo factible para 2026?
-Sí, sí. Es un objetivo ambicioso. Pero no lo veo descabellado, viendo cómo ha ido la carrera, no te voy a engañar. Hemos hecho cálculos. Si no hubiese parado algunos días, hubiese quedado entre los 10 primeros, eso seguro. Contando con esa parte de ambición que hay que tener, porque somos pilotos y porque hay que luchar por hacer la mejor versión de uno mismo, creo que un objetivo muy chulo de conseguir sea un top 5.
-¿Le motiva más un Top-5 o una victoria de etapa? Sólo puede elegir una...
-(Ríe y duda) Yo creo que elegiría Top-5. Aunque la victoria de etapa también me hace mucha ilusión, pero me quedo con un Top-5, creo.
-Y ya para finalizar, ¿qué cambiarías de cara a 2026? Me refiero asuntos como los arcos de seguridad inspeccionados por la FIA, recorrido, dónde poner la maratón, la etapa 48 horas…
-Precisamente ese par de cosas (maratón y 48 horas). Aunque un Dakar duro a mí me beneficia, porque las fuerzas igualan y los pilotos más rápidos no lo son tanto. Este año ha sido duro, ha sido mucha gestión. Sí que cambiaría el tema de las estrategias, porque ha habido muchos días que salían los pilotos y no querían abrir pista, entonces esperaban. A mí personalmente no me gustan. Quiero que la gente corra, porque se sale a correr y porque se quiere llegar al primero. Entonces eso lo cambiaría. Y volviendo al tema de la maratón también lo cambiaría, porque te arriesgas a que muchos favoritos y mucho interés se pierda en los primeros días. Pondría una maratón y una 48 horas partida por una etapa de descanso.