Martín desencadenado

Impresionante estado de forma el que atraviesa Jorge Martín. El madrileño acaba de firmar en Sachsenring con una victoria inapelable en el esprint su quinto podio consecutivo en MotoGP. Es, además, su segundo triunfo en este nuevo formato que esta vez ha sido algo más tranquilo que en ocasiones anteriores. Ha sido así por el poderío de un Martinator desencadenado que, a ritmo de tres vueltas rápidas consecutivas de la quinta a la séptima, ha dejado clavado a Francesco Bagnaia, el primero de sus perseguidores, a 2.468. Mucho para sólo 15 vueltas y en el circuito más corto del Mundial.

¿Y Marc Márquez? Desconocido en un undécimo puesto en su pista talismán, la misma en la que había ganado las 11 carreras anteriores en las que había comparecido. Habrá que ver si estaba tocado tras las tres caídas sufridas entre la Q1 y la Q2 o simplemente se ha dejado ir hasta donde le ha llevado una infame Honda de la que ya está suficientemente harto, como se vio con la peineta que le dedicó tras superar un susto el viernes. Con este material, y sin heroicidades, esto es es lo que hay y se merece el ala dorada en estos momentos. Y si no reaccionan, buscará mejores armas en otra fábrica...

Pero volvamos a Martín, porque lo ha bordado. El del Prima Pramac partía sexto desde la parrilla y sexto seguía después de la primera curva, pero se las apañó para ir ganando plazas hasta llegar al tercer puesto y preparar su ataque definitivo en la cuarta vuelta. Llegó con un pasadón en la bajada del tobogán, preparándose la llegada a la curva 12 y superando de una tacada a Miller y Bagnaia. Inmediatamente después, salvada a la salida de esa curva 12, con medio trasero arrastrando por el asfalto y escapada con tres vueltas rápidas seguidas que le permitieron descolgarse de Pecco.

El vigente campeón continúa líder y mantiene la ventaja que tenía antes de este esprint, aunque ahora el que marcha segundo de la general es Martín, que ha logrado así superar a un Bezzecchi que sólo ha podido ser séptimo en esta ocasión.

Tras los dos primeros de la general, la KTM de un Miller al que se ve muy feliz vestido de naranja, y luego y hasta cerrar las nueve plazas que conceden puntos, pero ya a partir de los cinco segundos de distancia, Marini, Zarco, Binder, Bezzecchi, Álex Márquez y Aleix.

Por cierto, bonita batalla la que se llevó Marini en la lucha por la cuarta plaza y que no acabó con un granve accidente de milagro, porque Zarco le hizo una pasada más que ajustada a Binder en la entrada de la curva 12, la que da acceso al tobogán, dejando sin sitio al surafricano, que tuvo que abrirse y salirse ligeramente de la pista para salvar la caída. La maniobra estuvo bajo investigación, pero finalmente se dejó sin castigo al francés, el mismo que en la primera vuelta ya había recibido un viaje de Binder en la primera vuelta y se cobró así venganza.

Por rematar, destacar por lo negativo el 13º de Quartararo, en plena crisis con su Yamaha en estos momentos cuando el año pasado fue el ganador en esta pista. Por muy buenos que sean, sin una moto decente estos héroes tienen poco que hacer por mucho que lo intenten y ni Honda ni Yamaha están a la altura de las fábricas europeas, de cualquiera de las tres en estos momentos y especialmente de Ducati, que vuelve a celebrar en esta pista un triunfo 15 años después.