Verstappen tiene dos problemas
Norris y Piastri lideran por delante del campeón en su circuito fetiche. Max tendrá sanción por cambiar motor (10 puestos) y además el ritmo del Red Bull preocupa.
Spa-Francorchamps es el jardín de Max Verstappen. A escasos kilómetros de Limburgo, su región en Países Bajos (aunque nació en Bélgica), el tricampeón ganó las dos últimas ediciones de este gran premio con agradables remontadas y ventajas sobrenaturales. Así que la última carrera antes del parón de verano de esta campaña servirá para testar si el bajón reciente de Red Bull es una alergia estacional o un resfriado mal curado. De entrada, tendrán un problema adicional: Verstappen partirá el domingo con diez puestos de penalización por montar su cuarto motor de combustión del año, está confirmado (también Tsunoda). Y no le ayuda lo que se vio en la segunda sesión de entrenamientos: Norris lideró con dos décimas de renta sobre Piastri y Max. El McLaren funciona en todas partes. ¿Y si Red Bull no funcionara tampoco en su circuito?
Las vueltas de clasificación no fueron tan claras porque la diferencia es escasa en una pista de más de siete kilómetros. Piastri fue segundo con dos milésimas sobre Verstappen, ínfima desventaja en el circuito más largo del calendario. Aun así, esta aparente igualdad no era la que se vio en los primeros entrenamientos (Max tuvo medio segundo de margen) ni en los años previos. Lo preocupante, el segundo problema para Red Bull, son las discretas tandas largas del holandés y Pérez frente a los buenos tiempos de los McLaren. Piastri y Verstappen hicieron prácticamente la misma simulación al mismo tiempo y la comparación fue odiosa.
Incluso Ferrari dejó mejores registros en tanda larga que el RB20, con todo lo que eso significa. Por la radio, Max reportó mucho rebote en las secciones rápidas. Nada que no se pueda resolver levantando el coche… y regalando carga aerodinámica. Checo (9º, 1.244) también sonó preocupado al seguir a Lando y atestiguar el enorme efecto suelo que desata el McLaren en Eau Rouge. Aunque el mexicano bien puede estar preocupado por el segundo completo que le asesta su compañero de equipo. Llega en pleno bache al verano, y en el verano se toman decisiones.
Sainz fue quinto (0.838) a ocho décimas, dos y media por detrás de Leclerc (4º, 0.577). La diferencia fue constante en las dos sesiones del viernes. Alonso fue 12º (1.278) a seis milésimas de Stroll en una zona de la parrilla que tendrá muchas apreturas este sábado, porque apenas hay medio segundo entre el sexto de Russell y el 16º de Hulkenberg. De la tercera fila a la eliminación en Q1 en una vuelta tan larga (1:42). La previsión meteorológica para la clasificación es de mojado (80% de probabilidad de lluvia), aunque la carrera se presume en seco. Igualdad máxima, a excepción de McLaren y Verstappen. La duda es: ¿Red Bull tiene margen en una pista de baja carga y alta velocidad, o es el holandés salva la cara del equipo en su circuito fetiche? ¿Arrasará a pesar de la sanción o se marchará de vacaciones con muy malas pulgas?