El futuro incierto de Alpine
La escudería da la vuelta a la cúpula por tercera vez en tres años con cambios en el accionariado. Son el sexto coche y piden equiparar su motor con el resto.
Después del doble abandono en Miami, el entonces CEO de Alpine, Laurent Rossi dijo que habría que tomar decisiones duras y afrontar cambios para que el equipo recuperase las posiciones a las que aspiraba. Quizás no sabía que él estaría incluido en el carrusel de ceses, despidos y salidas “de mutuo acuerdo” junto con Otmar Szafnauer (team principal), Alan Permane (director deportivo) y Pat Fry (director técnico, rumbo a Williams). Luca de Meo, presidente de Renault, ha dado la vuelta una vez más a la cúpula de Alpine con el nombramiento del francés Philippe Krief como CEO de la división deportiva, y la designación de Bruno Famin como vicepresidente de competición, jefe de la fábrica de Viry Chatillon y máximo responsable interino de la escudería de Fórmula 1.
La situación es delicada en la casa de Enstone. Para empezar, el 26 de junio entró en el accionariado un grupo norteamericano. La decisión se disfrazó en el comunicado de inversión por parte de actores de Hollywood como Ryan Reynolds o Michael B. Jordan, pero a todos los efectos es una venta parcial del 24% del capital. A partir de ahí, han llegado los cambios en la escudería justificados por la falta de resultados.
Son sextos en el Mundial, la ventaja de los cuatro grandes era esperable pero la irrupción de McLaren en las últimas semanas les ha abandonado en la zona media. Porque suman 57 puntos, muchos más que el sexto (Williams, 11) y muchos menos que el cuarto (McLaren, 103). Ocon logró un tercer puesto en Mónaco y es décimo en el Mundial (35 puntos). Gasly es 12º (22 puntos). No hay ritmo para mucho más.
En las últimas semanas, la Fórmula 1 está valorando permitir a Renault una mejora de prestaciones en su unidad de potencia para equipararla con Honda, Mercedes y Ferrari. Los motores están congelados desde 2021 y hay una “desventaja sensible” en el caso de los franceses, argumentan. La comisión de F1 que componen equipos, campeonato y FIA valora esa petición que daría cierto aire deportivo a Alpine, porque con más potencia se puede utilizar más carga aerodinámica (suelen estar entre quienes menos alerón llevan para poder defenderse en las rectas) y por ahí llegarían las prestaciones. Aunque si de esa manera se acercan a rivales como McLaren o Aston Martin, no todos los equipos estarán a favor de echar una mano.
Budkowski, Prost, Alonso…
Como constructor, Alpine fue quinto en 2021 y cuarto en 2022, con Alonso al volante. Ocon ganó el GP de Hungría hace dos años y Fernando subió al podio en Qatar. Pero los movimientos en la cúpula fueron constantes: Budkowski salió en enero del año pasado para que entrase Szafnauer. Además, Prost dejó su puesto como director no ejecutivo por diferencias irreconciliables con Rossi (que llegó en 2021 para reemplazar a Abiteboul, no hace tanto). Y el propio Fernando, posiblemente el mayor activo de la escudería, fichó en el verano pasado por Aston Martin sin oferta de renovación.
Ahora Famin ‘pilotará’ ese proceso de reconstrucción. Dice que Szafnauer y Permane no coincidían en “la línea temporal para volver a luchar por victorias”. Este dirigente francés estuvo al frente de la división de competición de Peugeot en Le Mans y el Dakar antes de convertirse en director de operaciones de la FIA, y luego recalar en Renault. Famin habla del lanzamiento “la segunda fase del proyecto”, como si se hubiera quemado un primer cohete con Szafnauer y Permane. “Queremos luchar por victorias y títulos tan pronto como sea posible, esas son las expectativas”, dice sobre un equipo particular: “Nuestra estrategia no es solo la F1, el equipo está totalmente vinculado con la marca y los otros programas de competición”. Lo que no queda muy claro es si Alpine, o Renault, están sentando los nuevos cimientos de un mejor equipo de carreras, o están abonando una futura venta a quien pueda estar interesado en formar una nueva escudería. Léase Andretti y Cadillac.