El Toyota 8 domina Le Mans

No hubo sorpresa en las 24 Horas de Le Mans y Toyota con su coche número 8 se llevó la edición de 2022 de la carrera de resistencia más icónica del plantea. Una victoria cimentada sobre la Hyperpole y construida a lo largo de 1.440 minutos. La noche acercó a los dos coches japoneses e incluso en la madrugada Buemi pedía que el 7 rebajase el ritmo. No hizo falta pedirlo mucha más veces, ya que en el amanecer con Pechito López al volante el Toyota 7 tuvo problemas eléctricos y perdió mucho tiempo parado en el pit. Tanto que por ahí se le escaparon todas las opciones. Tercero y cerrando el podio fue el Glickenhaus, con el 709, ya que el hermano sufrió problemas con el motor y se vio obligado a reinicia la unidad de potencia.

Alpine, por su parte, quedó descartado en la tarde del sábado, primero con un problema eléctrico en el embrague y más tarde con la bobina de encendido, cediendo ya varias vueltas antes de la madrugada. Y la salida del sol no le vino mejor al coche francés, con una excursión más allá de los límites de la pista por parte de Vaxiviere al encontrarse tráfico en su remontada. Tendrá que esperar otro año Alpine para reinar en casa, ya que los infortunios se han encadenado en esta edición: “En primer lugar por la falta de velocidad punta, que nos ha puesto en dificultades en el tráfico. Nos hemos quedado atrás aunque hemos podido desafiar a los Glickenhaus. Por último, nuestros dos problemas con el embrague y la bobina son increíblemente frustrantes, ya que nunca habían sido un problema”, analizaba Philippe Sinault, director del equipo Alpine Elf Endurance Team, quien dejaba entrever aún el descontento de la casa francesa con el BoP. Un descontento que confirmó Bruno Famin junto a Laurent Rossi en un encuentro con la prensa en el hospitality de Alpine: “Las reglas deben ser simples, claras y estables. Estamos felices de echar una mano en este frente, pero está claro que hay que cambiar el sistema”, aseguran. "

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En la casa francesa ya miran a 2024, cuando desembarcarán con su Hypercar y aun no tienen definido al 100% cómo correrán en 2023, “estamos valorando varias opciones”. En Alpine valoran positivamente la nueva era que está a punto de comenzar, pero siguen con sus dardos al BoP (balance of performance): “Nos encanta el automovilismo y por eso tampoco nos gusta demasiado el Bop actual. Tener tantos rivales es saludable: es bueno para eventos y campeonatos. Su desarrollo ulterior es un interés compartido por todas las partes interesadas”.

En la clase GT, por su parte, la noche arruinó las opciones de Antonio García y Miguel Molina. El primero lideraba con su Corvette y estaba en la pelea hasta que tuvo que abandonar en la oscuridad de Le Mans: “Todo estaba saliendo redondo, liderando casi toda la carrera, hasta que un amortiguador literalmente se desenroscó… Por suerte hay dos Corvette”, decía el madrileño, Pero el otro coche amarillo también tuvo que retirarse cuando lideraba tras ser golpeado, sin intención, por el Oreca LMP2 de Perrodo: “Es horrible, no tengo palabras decía el piloto de 83 en el box de Corvette, hasta donde fue a pedir disculpas. El Ferrari de Miguel Molina, por su parte, sufrió varios problemas que le impidieron luchar por la victoria, pero el 52 del AF Corse acabó en el podio de su categoría.