El penúltimo baile de Aleix Espargaró
Sin saber aún qué hará el próximo año, el de Aprilia llega a Cataluña, donde hizo doblete en 2023, dispuesto a hacer frente a los tres gallos de Ducati.
¿Estará Aleix Espargaró este fin de semana ante su último GP de Cataluña como piloto fijo de la parrilla de MotoGP? Quizás él lo sepa ya, pero aún no lo ha comunicado y lo que sí que ha hecho desde principio de curso es dejar en el aire su continuidad como un fijo de la clase reina. Il Capitano de Aprilia ha hecho méritos más que de sobra para ser él quien decida si sigue en el box de la casa de Noale, si se va a casa o si opta por pasarse al mundo de los pilotos probadores en el que tan feliz, pero antes tiene ante sí la oportunidad de volver a brillar en la carrera de casa.
El de Granollers lo hizo ya el año pasado, firmando un doblete extraordinario, y con su compañero Maverick Viñales escoltándole en el podio como segundo en la carrera y tercero en el esprint del sábado. Como se ve, la Aprilia funciona en esta pista de Montmeló en la que ya a Aleix le pesa menos el recuerdo de 2022, cuando cortó gas una vuelta antes de tiempo y perdió el podio, que su gran doblete de 2023. Él mejor que nadie sabe que repertirlo no será fácil y, aunque aún no haya subido al podio este año, siente que tiene la velocidad y que puede ser él y no otro el que haga frente a los tres gallos de Ducati.
Eso es mucho decir, porque es genial el estado de forma en el que se encuentran los tres primeros de la general, Jorge Martín, Francesco Bagnaia (-38 respecto al madrileño) y Marc Márquez (-40). Aún se hablará el jueves de Montmeló de lo vivido en Le Mans hace dos semanas, cuando Martinator firmó el doblete y Márquez firmó dos espectaculares remontadas del 13º de la parrilla al segundo final. Además, el domingo se dio el gusto de batir a Pecco en la última vuelta en el duelo por la segunda plaza, con una frenada en la curva 9 de las que no se olvidan con el paso de los años. Y es que se tiró desde lejísimos a por el italiano, cobrándose así cumplida venganza del duelo que el tricampeón le ganó en la cita anterior, la de Jerez, en plena lucha por la victoria.
Y todo ello con el importante asunto de trasfondo de saber a qué piloto escogerá Ducati, o lo que es lo mismo, Gigi Dall’Igna, como compañero de Bagnaia en el box oficial de la casa de Borgo Panigale para las dos próximas temporadas. Hay quien opina que Martín se lo merece por méritos deportivos, que Márquez también los tiene y además es una bestia a nivel de marketing, y luego está Enea Bastianini, que con él en el box Pecco es feliz y también es capaz de hacer buenos resultados. Será interesantísimo este GP de Cataluña, el del penúltimo baile de Aleix, porque aún queda la esperanza, mientras él no diga lo contrario, de que puede bailar más veces. Nombres para sustituirle en Aprilia no faltan, y los que más suenan con más fuerza en los mentideros del paddock en caso de sustitución son los de Martín, si Ducati no le coge para el oficial, Bastianini y Bezzecchi, que en Le Mans se cayó los dos días y que sigue en la lucha por volver a ser el del año pasado.