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MOTO3 | CATALUÑA

David Alonso hace un Rossi-Lorenzo en la última curva de Montmeló

El colombiano de Madrid aguantó en la última curva el ataque de Masiá y a su vez superó a Muñoz, al que luego tiró Öncü, cuya sanción de seis segundos abrió el podio a Rueda.

MONTMELÓActualizado a
Masiá (5), Alonso (80) y Holgado (96) al frente del pelotón de Moto3.
Enric FontcubertaEFE

Se agotan los elogios para describir lo que está haciendo David Alonso en su año de debut en el Mundial de Moto3. El colombiano de Madrid ha conquistado en Montmeló su segunda victoria a sus 17 añitos y, como la primera vez, ha sido con otro carrerón para el recuerdo, con adelantamiento de última curva en la última vuelta, cual Rossi con Lorenzo en el año 2009 en este mismo escenario. Eso sí, en Silverstone salía último y en el GP de Cataluña lo ha hecho duodécimo, así que mucho más fácil para él...

La carrera fue de las típicas de la categoría, de grupo y con mucho baile de posiciones. Hasta cinco líderes diferentes hubo (Öncü, Masiá, Alonso, Holgado y Muñoz), y cada uno tuvo su propia historia. Los peores parados fueron los mejores colocados de la general entre esos cinco. Holgado, que arrancaba undécimo, cayó relegado hasta la decimocuarta plaza tras la salida y remontó con facilidad hasta la cabeza. Se le veía cómodo, como en tantas otras carreras de este curso, y empezó la última vuelta liderando el pelotón de doce unidades, pero ahí llegó el desastre para él. Al alicantino le superaron cinco pilotos y, en un nuevo intento de recuperación, se fue al suelo. El líder, ahora con 13 puntos sobre Sasaki, la mitad de la ventaja que traía, reanudó la marcha y acabó 22º.

En cuanto a Öncü, cruzó la meta tercero, pero a la salida de la última curva tiró a Muñoz y le sancionaron con seis segundos. Eso hizo que el turco cayera a duodécima plaza y que fuera Rueda el que heredara el tercer puesto. El sevillano celebró así su primer podio mundialista, y tiene pinta de que habrá muchos más.

Respecto a Masiá, se le resistió la victoria por 76 milésimas y porque Alonso hizo magia. Aguantó el ataque del piloto del Leopard en la última curva a la vez que él preparaba el suyo sobre Muñoz, y lo consiguió sin apenas espacio, cual Rossi con Lorenzo en el carrerón histórico de MotoGP en 2009. Una obra de arte como previo a una vuelta de honor en la que paseó una badendera con dos banderas, porque por un lado lucía la colombiana, la de su madre (Marcela), y por otro, la española, la de su padre (Agustín).

Un bonito gesto para que le disfrtuen en más sitios, porque Colombia y España bien pueden presumir de la penúltima joya del motociclismo mundial. Otra perla de la factoría Aspar, que tuvo el detallazo de hacer subir esta vez al podio a la mano derecha de su equipo, María José Botella, Majo, una crack de ese box y de las carreras desde hace más de dos décadas y siempre al servicio del Aspar Team.