Caída de Márquez y posterior octavo en la pole de Bastianini
Se cayó a 11:40 y pudo volver para salvar la tercera fila, lejos de la primera a la que sí accedieron Maverick y Martín.
Se esperaba más de Marc Márquez en la calificación del GP de Portugal, pero una caída a 11:40 del final de la Q2, en la curva de entrada a meta, le complicó mucho las cosas y casi hay que dar por bueno el octavo puesto final que alcanzó. El ocho veces campeón se quedó a 0.441 del crono más rápido de la tanda oficial, obtenido por un Enea Bastianini que ha firmado en Portimao su segunda pole en MotoGP.
La anterior del piloto italiano corresponde a la cita del año pasado en Austria y en esta ocasión el que más oposición le ha plantado ha sido Maverick Viñales, que se ha quedado a 0.082 en una fantástica segunda plaza a pesar estar mermado físicamente por una gastroenteritis. Esa fue la razón por la que compareció al parque cerrado con una mascarilla que recuerda a la época del confinamiento.
El que ha cerrado la primera fila con la tercera plaza ha sido un Jorge Martín al que se ve menos explosivo que otras veces, pero que está donde tiene que estar. El esprint es su gran especialidad y será, sin duda, de los pilotos a batir, aunque él no se quiere poner el cartel de favorito y apunta, por ritmo, a sus compañeros de primera fila, a Márquez y a Bagnaia, que abrirá la segunda fila desde la cuarta plaza. Al lado del tricampeón saldrán Miller y Bezzecchi.
La tercera línea ha quedado para Acosta, Márquez y Quartaro. El séptimo del novato tiene mucho mérito, porque mejora en una posición la plaza que obtuvo para la parrilla de Qatar, porque llegó a la Q2 procedente de la Q1 que lideró Álex Márquez y porque sólo tuvo un intento en la tanda definitiva, y no falló.
Y la cuarta fila fue para Binder, que también se cayó, Rins y Álex Márquez. Se quedaron sin pasar la repesca de la Q1, y se clasificaron más atrás, Aleix 13º, Raúl Fernández 16º, Augusto Fernández 18º.
Volviendo a la caída de Márquez, señalar que se produjo rodando detrás de Bagnaia y Miller y que por momentos se revivieron sensaciones de cuando era capaz de caerse, regresar al box y marcar la pole, pero esta vez se tuvo que conformar con la octava plaza. Lo que sí dejó claro es que lo intentó todo, porque se cayó a 11:40 del final. Llegó al box a 9:19 en un scooter conducido por Manuel Poggiali. Y a 6 minutos ya estaba sentado en su silla, listo para salir y enfundado en un box nuevo, porque el anterior había quedado muy dañado en el severo arrastrón, del que felizmente saldrá ileso. Tendrá oportunidad de revancha en el esprint de esta tarde.