Mercedes ya no se divierte

Mercedes respira en la primera semana de descanso para la Fórmula 1 en el circuito, que se traduce en más trabajo para las fábricas de Brackley y Brixworth. El W13 es el tercer coche de esta parrilla tras el cambio de reglas y Hamilton y Russell no aspiran a victorias por ahora, algo difícil de encajar en la escudería que arrasó durante ocho años el título de constructores, y siete el de pilotos. Toto Wolff, director de competición de Mercedes, no se esconde: "No vamos a descansar hasta que volvamos a estar delante. No tiene nada de divertido. Es un ejercicio de humildad que nos hará mejores. Me encanta la competición, siempre ha sido así, durante ocho años liderábamos al pelotón. No siempre. Ahora me siento como en 2013, cuando no teníamos la velocidad de Red Bull o Ferrari pero seguimos luchando. Así me siento. Es inaceptable que seamos los terceros, a veces ni siquiera eso, no es una opción seguir así".

"Estábamos en medio de esa diversión, delante del resto durante ocho años. Es extremadamente doloroso no ser parte de esa diversión por un buen pellizco de tiempo por vuelta", dice el dirigente austriaco, que apunta al 'porpoising' como el principio de todos los problemas del monoplaza: "No tenemos el coche a la altura que querríamos y así es difícil ser capaces de confirmar cuál es la diferencia en tiempo por vuelta si fuésemos capaces de llevar el coche más bajo". Como el W13 bota, más que otros rivales, deben separarlo del asfalto. Cuando Mercedes ni siquiera fue un amigo del 'rake' a la hora de ajustar los reglajes de sus Fórmula 1.

En Bahréin, Hamilton cazó el podio que regalaron los dos abandonos de Red Bull. Pero en Arabia Saudí, el inglés sufrió mucho y estuvo por detrás de Russell todo el fin de semana. "Ahora no luchamos delante, estamos muy lejos y tenemos mucho trabajo que hacer. Parece que estamos lejísimos. Necesitamos más agarre y más potencia", puntualizó Sir Lewis antes de dejar el circuito de Yeda con una curiosa afirmación: "Estoy deseando marcharme". Al otro lado del garaje, el joven Russell es preciso en su análisis: "Si resolvemos el 'porpoising', se solventarán el 99% de nuestros problemas. No estamos fuera de la lucha por el título, ni nos rendimos, pero si no encontramos mejoras no será posible. Aunque sigamos así después de seis o siete carreras, seguiremos en contacto. Todo puede cambiar". Esa es la esperanza de Mercedes: que el ambicioso paquete de mejoras que llegue en Ímola les devuelva a la estela de Ferrari y Red Bull.