De la crisis de los misiles a la noche más tensa para la F1
El campeonato y la FIA reafirman que el GP de Arabia Saudí sigue en marcha a pesar del ataque a 15 kilómetros. Los equipos no dudaron, los pilotos sí.
Muchas emociones y sensaciones encontradas en la noche más tensa que recuerda la Fórmula 1. Un misil de los insurgentes hutíes de Yemen cayó a 15 kilómetros del GP de Arabia Saudí e incendió las instalaciones de la petrolera Aramco. La columna de humo ocupa ahora el cielo de Yeda y el inabarcable fuego seguirá varios días. A pesar del incidente, la F1 y FIA se apresuraron a confirmar que el evento era "seguro", según las autoridades saudíes. Pero los pilotos, que no estaban de acuerdo, se reunieron anoche durante cuatro horas en el hospitality de FOM y debatieron sobre los próximos pasos. Al final abandonaron el circuito alrededor de las 2:30, hora local, la mayoría por la puerta de atrás. No hubo declaraciones, eso acordaron, si bien AS pudo charlar con Fernando Alonso y conocer sus impresiones tras una intensa y larga reunión.
Los pilotos aceptaron correr, en parte porque el campeonato y sobre todo los equipos presionan para ello. De hecho, mientras estos charlaban distendidamente (todo se veía a través de la cristalera, aunque no se escuchaba), los 'team principal' tenían cara de circunstancias. A algún alto cargo de una escudería se le escuchaba, crítico: "¿Por qué tanto tiempo? Son pilotos, que se suban al coche y ya está". Pero no son marionetas, querían certezas alrededor de la seguridad del evento. Ya a última hora se marchaban todos con cierta tranquilidad. Decía Toto Wolff que Jeddah Corniche es "el lugar más seguro de Arabia Saudí".
Este sábado por la mañana, F1 y FIA confirmaron mediante un comunicado una vez más que el GP de Arabia sigue su curso. Al mismo tiempo, la asociación de pilotos emitía otro mensaje: "Es difícil entender lo complicado que es pilotar un F1 en Yeda, pero con el humo del incidente resulta difícil mantener la concentración y eliminar las preocupaciones. Mantuvimos largas discusiones entre nosotros, con los jefes de equipo y los directores del deporte (Domenicali, CEO de la F1, y Brawn, director gerente), se compartieron varias opiniones y se debatió, se escuchó también a las autoridades saudíes. Acordamos que habría clasificación y carrera. Esperamos que el GP de Arabia se recuerde por una gran carrera y no por el incidente del viernes".
No es un gran premio cualquiera
El aeropuerto se cerró varias veces durante los últimos días en Yeda para interceptar artefactos extraños y parlamentarios europeos enviaron una misiva la pasada semana dirigida a la F1 acusándoles de "lavar" a través del deporte la imagen de Arabia Saudí. "No somos perfectos, nadie lo es, pero queremos abrirnos al mundo que es justo lo que nos reclaman", decía el príncipe Abdulaziz, ministro de deportes, ante este segundo gran premio en Yeda. Este gran premio y el patrocinador Aramco, directamente vinculado al país, reportan una cifra que ronda los 200 millones de euros anuales a las arcas del campeonato y aseguran su estabilidad después de las curvas de la pandemia, cuando se han celebrado decenas de grandes premios sin aficionados ni ingresos por canon de organización.
Con los fantasmas de Melbourne 2020 en la cabeza de todos, cuando el COVID-19 obligó a cancelar un gran premio, pero también Indianápolis 2005, Kyalami 1982 o Fuji 1976, Arabia Saudí 2022 puede pasar a la historia como la carrera que los pilotos paralizaron durante cuatro horas de deliberaciones y debate. Por ahora, el GP sigue en pie. Este sábado hay entrenamientos libres y clasificación y el domingo, una carrera.