"Las motos en Indonesia son una locura, lo que a Brasil el fútbol"

Edu Perales es el propietario del Pertamina Mandalika SAG de Moto2, un equipo al que patrocina el patrocinador del GP de Indonesia, de vuelta en el Mundial 25 años después. Hace años que Perales abre vías en el mercado asiático y con esta compañía de petróleo y gas propiedad del Estado, fundada en 1957, ha acertado de pleno, porque la firma asiática ha entrado por la puerta grande en el Mundial. Indonesia adora las motos y el paddock se ha encontrado un escenario mucho mejor de lo que pensaba.

-Pocos mejor que usted en el paddock para contar lo que supone la llegada del Mundial de MotoGP a Indonesia. ¿Qué puede decir?

-Ha sido una locura. Las motos en Indonesia son una religión. Son lo que a Brasil el fútbol. Aquí todo el mundo sabe de motos. Es increíble la aceptación que ha tenido el Mundial en este país. Aquí son unos 240 millones de habitantes y hay 140 millones de motos en la calle. Todos se mueven en moto y hay muchos negocios relacionados con la moto.

-¿Cómo surge la colaboración de su equipo con Pertamina?

-En el año 2020, Pertamina solicitó a IRTA dos plazas para correr el Mundial y les dijeron que no había opción, que lo único que podían hacer era ponerse de acuerdo con algún equipo ya presente en el campeonato. Sondearon varios equipos y llegaron a mí. Yo en ese momento tenía Onexox y preferimos hacer el salto a Indonesia.

-Entonces ya sabía que el Mundial acabaría regresando a Indonesia, ¿no?

-Sí. Ya se sabía que tarde o temprano vendríamos y a mí me ha sorprendido gratamente lo que nos hemos encontrado en Mandalika. Me lo habían pintado bastante mal y está muy bien el circuito. A Maroto (un reconocido periodista español), que se ha venido a trabajar aquí y le he dado la enhorabuena por el trabajo que han hecho. Sólo hay una pequeña pega y son los lavabos, porque no hay de mujer y está todo mezclado. Nosotros tenemos cuatro mujeres en el equipo y no es muy cómodo el tema del lavabo, pero todo lo demás está muy bien, a nivel de organización y demás. Y casi no hay tráfico. Yo les doy un notable alto. Casi un sobresaliente.

-¿Candidato a ser el GP del año?

-No lo sé, porque queda mucho y hay que ir aún a Finlandia, aunque no sé si iremos, pero se han puesto las pilas en un país en lo que todo suele ser bastante lento. Lo que en España hacemos entre dos o tres personas aquí lo hacen con veinte. Lo que les falta de medios lo suplen con mano de obra. Yo pensaba que todo sería un desastre y qué va. Todo funciona muy bien. Yo le votaré para el GP del año, y no porque sea Indonesia y tenga que ver mi patrocinador sino por coherencia. Se lo han currado mucho.

-¿Le preocupa que el patrocinio de Pertamina pueda volar de su box?

-Yo tengo atado el compromiso entre nosotros por tres años ampliables a cinco, pero los patrocinadores no son de nadie. Los patrocinadores invierten el dinero donde creen más conveniente. Evidentemente, me han dicho que ya han tenido bastantes acercamientos, que bastante gente del paddock ha estado intentando pescar ahí. Yo no puedo hacer nada más que mi trabajo bien hecho. Hace muchos años empecé a trabajar con Honda Tailandia y ahora están patrocinando a otra gente, y más. El más guapo es el que se la lleva. No hay más. Y yo no puedo pelear con MotoGP, que tiene una buena ayuda de Dorna. Con poco se puede pintar una moto en MotoGP mientras que en las categorías pequeñas, cuando abrimos la persiana, abrimos en negativo. Cuesta más en Moto2.

-En todo caso, para usted tiene que ser un orgullo para haber apostado desde hace tiempo por la vía asiática y ver lo bien que está funcionando, ¿no?

-Sí, y hay que ir a países así, a países emergentes que atraigan a nueva gente. MotoGP es un espectáculo brutal, con una organización de diez, y cuantos más países se involucren será mejor para todos. Me sabe mal porque en España tenemos cuatro carreras y me gustan las cuatro por igual. No sabría a cuál quitar, pero tenemos que ir a otros países, como México y otros, que es donde están los nuevos objetivos, y con nuevos pilotos también, para abrir más el mercado.