DAKAR

La alegría de Fuertes y Astara al sobrevivir a una "trampa mortal"

El madrileño y Vallejo lograron continuar en competición tras sobreponerse a varias vueltas de campana y una noche de reparaciones: "Una odisea".

Arabia Saudí
Astara Team

Difícil escuchar un pitido más largo que el que dio Óscar Fuertes al llegar a la carpa de Astara en Wadi Al Dawasir entre los aplausos y vítores de los miembros del equipo español. No era para menos. Daba igual el resultado (acabaron a media hora de De Villiers), lo importante era que estaban allí, algo que llegaron a pensar que no podrían decir… Porque en la anterior etapa, la octava, destrozaron el coche después de salir volando en una duna y acabar dando varias vueltas de campana. Un milagro que pudieran ver la meta.

"Lo pasamos francamente mal", confesaba el madrileño a AS y Diego Vallejo, su copiloto, nos explicaba cómo fue el accidente: "Eran unas dunas de nivel 3, el máximo, había un cortado muy grande y salimos volando. No parecía tanto. Dimos la primera vuelta de frente y luego perdimos la cuenta de las que dimos. Antes de parar ya le iba a preguntando a Óscar si estaba bien. Pensamos que se nos había acabado el rally". "Era una trampa mortal", añadía Óscar, porque vieron a un camión y un side by side sufrir el mismo destino en esa zona.

Fueron unas dos largas horas de reparación hasta que consiguieron ponerse en marcha sin parabrisas, con la caña de dirección doblada, muchos daños en el chasis y dos amortiguadores menos de los que llevaban: "Habíamos tirado la toalla, el coche se encendía, pero tenía los dos amortiguadores traseros de la derecha rotos. Cogimos uno de la parte izquierda e íbamos con cuatro en lugar de con seis. Iba muy hundido, tocando prácticamente con todo". Y no solo eso: "Rompimos la parrilla de faros y no veíamos nada, era como llevar dos velas. Fue una odisea".

Pero la superaron y pudieron disputar la siguiente etapa gracias al trabajo de los mecánicos, que tuvieron el 01 Concept listo diez minutos antes de partir del vivac tras trabajar toda la noche. "Dejamos a los mecánicos muy pocas horas para construir un coche entero e hicieron un trabajo espectacular, iba como el primer día", decía Óscar, al que el golpe le dejó dolor en una mano y las costillas (a Vallejo en las piernas), pero nada que les impidiera seguir adelante. "Estábamos ahí hasta que pasó esto. Hay que seguir aprendiendo".

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