Sandra Gómez, de Tokio al Dakar
La madrileña es la única mujer debutante en esta edición y participó como especialista en 'La Casa de Papel': "Estar aquí ya es la leche, y terminarlo un poco más".
Nos citamos con ella en la carpa del comedor de Wadi Al Dawasir, un lugar común a todos los integrantes del vivac, justo antes de coger algo para cenar junto a Santolino, al que considera un hermano, e irse a dormir. A veces es difícil cuadrar horarios, sobre todo para los que hacen un Dakar en moto como Sandra Gómez (28 años, Madrid). La de Cercedilla, una habitual del Mundial de trial, en el que fue cuarta en 2021, es la única mujer que debuta en el desierto este año y AS habla con ella tras la octava etapa, en la que sufrió sus dos primeras caídas.
"Se ha notado que era la etapa más larga y ya llevamos varios días…", decía con el cansancio asomando tras la mascarilla, pero sin perder el ánimo porque tiene muy claro su gran objetivo: "Terminar. Estar aquí ya es la leche, y terminarlo un poco más (ríe)". De momento, está en ello con la Husqvarna del XRaids Clínicas Cres, ocupa la plaza 73ª de la general: "Voy segunda en la clasificación de chicas y estoy contenta porque Mirjan Paul es impresionante cómo va, lleva nueve dakares y se nota. Cada día aprendo cosas nuevas de ella y de los demás".
Sobre todo, de Santolino. "Sin él no habría estado aquí y estaría perdida. 'Loren' me ha dado muchas clases y todavía me las da en alguna cena (ríe). Estoy muy agradecida y encima él lo está haciendo muy bien, así que de lujo", dice del salmantino, y revela qué 'trucos' le ha desvelado: "Me ha enseñado cosas que viniendo del enduro, como le pasó a él, tardó en aprender y a mí me lo comprimió en unos días. Por ejemplo, que no navegue y pilote a la vez, y que no siga a los demás, que mire mi propia carrera". Un buen maestro.
Una piloto de trial en 'La Casa de Papel'
Sandra es una piloto de trial y enduro, compagina las dos disciplinas, pero "el Dakar siempre estaba ahí", solo tenía que esperar su oportunidad y llegó el pasado verano: "Económicamente era imposible hasta que un patrocinador me abrió la puerta, en septiembre nos pusimos en marcha". Todo un sueño, aunque sabe bien cómo cumplirlos… "Desde hace un par de años" pertenece a un grupo de especialistas y participó en el rodaje de 'La Casa de Papel' como doble de Tokio, cuando el personaje de Úrsula Corberó pilotaba una moto.
"Trabajamos con alguna productora de 'Netflix' y me tocó hacer 'La Casa de Papel' un par de días. Fue una experiencia más, he tenido otras como en 'Sky Rojo'. Cuando lo hice, la serie no era tan conocida, pero me gusta porque montas en moto y supone pequeños retos. A ver si me llaman para más cositas", cuenta entre risas. Quizá participar en un Dakar le suba su caché, aunque no está aquí por eso, claro, sino para volver en el futuro: "Ojalá, vamos a ver si algún patrocinador más se suma". Si no, sabe dónde queda el Banco de España…