Mir responde a sus críticos "Me importa una mierda esa gente"
El balear reafirma que defendió el título "al 100%" y ve 2021 como una lección: "Hemos aprendido mucho sobre lo difícil que es ganar en MotoGP".
MotoGP ha vuelto a dejar en evidencia como lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Tras haber sido la moto más completa y equilibrada de la temporada anterior, los progresos de Suzuki durante este 2021 no han sido suficientes para que Joan Mir pudiese defender con honores su condición de campeón. Pese a que el balear se ha vuelto a valer de la regularidad para cerrar el año con un bronce, a lo largo del curso ha echado un falta una competitividad que no le ha permitido plantar cara a Ducati y Yamaha para pelear por las victorias y por supuesto, por el título de pilotos.
Entre otras cosas, la fábrica de Hamamatsu fue la última de toda la parrilla que introdujo el holeshot trasero en sus monturas y además, apenas evolucionó el prototipo de 2020. La GSX-RR no pudo ganar ninguna carrera a lo largo de todo el año, Mir visitó el podio hasta en seis ocasiones, pero eso solo le permitió finalizar a 70 puntos del nuevo campeón a final de año. "Es cierto que no gané, pero di el 100% de la moto”, defendía el balear una vez bajado el telón, insistiendo en que extrajo el máximo posible de una montura acerca de la que siempre reportó carencias a los japoneses siendo consciente de sus limitaciones.
La situación fue todavía más complicada en su lado de garaje pues tenía la presión añadida de defender la corona. "Me puse una presión enorme", reconoce, y aunque como piloto exhibió todo su potencial, fueron muchos los que cuestionaron su candidatura en un curso donde Quartararo se convirtió en la estrella. Algo que no le quita el sueño a Mir: "Dormiré bien porque no he podido hacerlo mejor. Si alguien dice que he hecho la peor defensa del título de la historia, bienvenido sea. Tienen que vivir todo par entender la situación y saber un poco más antes de hacer esos comentarios. Me importa una mierda esa gente".
Gran parte de la deriva que vivió Suzuki a lo largo de 2021 fue producida por la marcha de Davide Brivio, director del equipo durante toda la trayectoria ascendente de la fábrica japonesa en el Mundial. Los de Hamamatsu decidieron no reemplazar esa figura de manera oficial y las consecuencias se pagaron sobre el asfalto. Sin embargo, cualquier debilidad termina convirtiéndose en una lección y Mir está convencido de que el equipo "será más fuerte" en el futuro: "Con la situación que hemos vivido, seremos más fuertes porque hemos aprendido muchas cosas sobre lo difícil que es ganar en MotoGP. Hay que hacer más par ganar el título”.