"Era mi sueño y aquí estoy"
La catalana habla con AS sobre la nueva etapa que iniciará en el Dakar con Mini: "Me hace mucha ilusión, pero me lo tomo con mucha calma".
Han sido unos pocos años, nada menos que once, sumando una gesta tras otra con sus motos en el Dakar, metiéndose entre los diez primeros como novena en 2015 y con una tarjeta impoluta al haber completado todas sus participaciones. Pero ya no veremos más a Laia Sanz (Barcelona, 35 años) sortear dunas sobre dos ruedas. Le ha llegado la hora del cambio que tanto perseguía y ahora lo hará sentada en un coche y con un copiloto a su derecha, una forma totalmente distinta de afrontar la carrera, pero igualmente ilusionante.
Y es que eso, ilusión, es lo primero que muestra la catalana en conversación con AS cuando se le pregunta por su nuevo proyecto con el Mini All 4 Racing del X-Raid: "Siempre había dicho que mi sueño era ir al Dakar con un coche competitivo y aquí estoy. Me hace mucha ilusión, pero me lo tomo con mucha calma porque al final la gente pone presión y se espera mucho". Pero ella tiene claro que debe ir "de menos a más, con la mentalidad de acabar y de no tener problemas": "Todo me va a pillar de nuevas, hay que asimilar muchas cosas".
Lo bueno, es que cuenta con un "coche de calidad, probado y muy fiable" como es el 4x4 de Mini que lleva más de una década demostrando su fiabilidad y buen hacer en el desierto. "Es lo que buscaba. En cuanto rendimiento, con los T1+ y los buggys no puedes competir de tú a tú y hay muchos, pero mi objetivo era ir con un coche competitivo y fiable con el que aprender, y este coche es ideal", dice Laia sobre su máquina, con la que ya ha tenido buenos contactos: "Competí con él en Andalucía (fue octava) y estuvimos rodando dos días en Marruecos".
La próxima vez que corra con el Mini ya será en Arabia Saudí, pero antes del Dakar, en el Rally Internacional de Hail del 6 al 11 de diciembre. Una prueba que le vendrá de perlas para afinar su preparación. "Si todo va bien, iré a Hail, que son cuatro días de competición. No hay grandes dunas, que es lo que me gustaría porque es lo que me puede costar más, pero sí hay arena y es un poco el estilo de una etapa del Dakar. Me puede ir muy bien para adaptarme un poco al coche, será un test, no busco nada, solo prepararme", analiza.
Gerini, el copiloto al que cambió de idea
Laia hizo su debut con el Mini en Andalucía junto a Dani Oliveras, pero no podrá repetir con su amigo de toda la vida, el que le ha hecho de mochilero en el Mundial de trial: "Dani tenía contrato con Prodrive, me lo dejaron para Andalucía, pero al entrar otro coche en su equipo, con Terranova, va con él. Me hubiese gustado tenerle al lado, pero no ha podido ser". Pero que nadie se piense que está disgustada con Maurizio Gerini, quien finalmente será su copiloto, al contrario: "Estoy contenta con la elección".
"Maurizio es un buen navegante, ha hecho cuatro dakares y ahora no es fácil dar con un buen copiloto porque la navegación es difícil y se han revalorizado mucho", cuenta sobre el italiano, con el que siempre ha tenido "buen feeling": "Compartíamos kilómetros en las etapas y tenía claro que tenía que ser alguien de su perfil. Él tenía previsto correr en moto, pero le cambié la idea". Por ahora, han probado juntos un par de días. "El primero no le hacía caso", recuerda entre risas Laia. "Hay muchas cosas nuevas para los dos y tenemos que darnos tiempo". Ilusión y prudencia para su primer Dakar en coche. No puede ser de otra forma.