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DAKAR

Audi prueba los límites

El RS Q e-tron vuelve a rodar en el desierto junto a Sainz, Peterhansel y Ekstrom, completando por fin recorridos equivalentes a la duración de una etapa del Dakar.

Carlos Sainz prueba el Audi RS Q e-tron en Marruecos.
Audi

"Hay mucho por hacer antes del Dakar", analizaron desde Audi hace apenas dos meses cuando pusieron por primera vez al RS Q e-tron en el desierto, y en un plazo extremadamente ajustado de poco más de doce meses, la marca alemana ha conseguido desarrollar un prototipo que por fin puede afrontar jornadas de prueba off road diarias, que equivalen a la duración de una etapa del Dakar. El próximo desafío de la marca de los cuatro aros está cada vez más cerca y tras bautizarse en las arenas de Marruecos por primera vez el pasado mes de septiembre, ahora han regresado a ese punto de partida junto a Sainz, Peterhansel y Ekstrom para terminar de pulir los últimos detalles antes de su estreno oficial.

Pistas de alta velocidad, caminos de grava, montañas de dunas y lechos de ríos secos fueron los escenarios en los que se puso a prueba el innovador prototipo de Audi con el número de chasis 103, para acumular más de 2.500 kilómetros de rodaje. La marca alemana se encuentra inmersa en una carrera contra el tiempo y los cuellos de botella en el suministro de componentes, de ahí que haya optado por un programa concentrado en el que después de centrarse plenamente en el apartado aerodinámico, en estas pruebas también dieron protagonismo a la puesta a punto de un chasis que todavía se estaba desarrollando en Alemania la primera vez que desembarcaron en Marruecos.

La fecha clave, marcada para el próximo 1 de enero, está cada vez más cerca y las diferentes partes del RS Q e-tron comienzan a converger con unos resultados que llenan de optimismo a la marca de los cuatro aros. Sin embargo, desde ahora hasta enero todavía quedan muchos desafíos y "todo el equipo está centrando su energía en continuar el desarrollo en las condiciones más difíciles", como destaca Arnau Niubo, jefe de ingeniería. Desde su departamento ahora están centrados en observar cuál es la capacidad del prototipo alemán a la hora de soportar altas temperaturas. Durante las pruebas probaron los límites imponiendo condiciones extremas de manera artificial en el coche y Peterhansel se encargó de poner a prueba unas zonas de refrigeración deliberadamente tapadas para simular calor. Y el Audi salió airoso.

Eso no eximió de problemas en el modelo eléctrico, pues durante las diferentes jornadas de pruebas también se encontraron con los pequeños contratiempos asociados al desierto y la incertidumbre de sus recorridos. Sufrieron los neumáticos en pistas rocosas, hubo que sustituir una horquilla de suspensión doblada por el impacto con un roca, un manguito del eje de transmisión con fugas y otros componentes, además de llevar a cabo pequeñas reparaciones en la carrocería, pero nada fue lo suficientemente preocupante teniendo en cuenta el escenario que surcaron. Por eso se quedan con lo positivo: "Fue impresionante lo importantes que llegaban a Neuburg desde Marruecos a un ritmo diario. Como resultado, nuestros tres coches de rally actualmente en construcción para el Rally Dakar tendrán el estado técnico más reciente". "Los preparativos logísticos están en pleno apogeo", reconoce Niubo, en plena recta final de un prototipo con el que no surgen dudas: "Se va a defender bien en todos los terrenos".