"Lewis, que se jodan"
La lucha por el título se embarra con la descalificación de Hamilton por irregularidades en su DRS. Toto Wolff protesta: "Teníamos una desventaja".
No se puede decir que la lucha entre Red Bull y Mercedes haya pasado de castaño a oscuro en Brasil después de los dos accidentes protagonizados por Max y Lewis este año, las incontables pesquisas técnicas relacionadas con la flexibilidad de los alerones, las dudas sobre la legalidad de los motores. Son escaramuzas entre dos escuderías enfrentadas para siempre y dos pilotos antagónicos. Pero sí, en Interlagos se ha ido un paso más allá: Hamilton fue descalificado de la clasificación (y salió último en el esprint) porque el DRS de su alerón era demasiado ancho (excedía los 85 milímetros reglamentarios) y Verstappen recibió una multa de ¡50.000 euros! por tocar el coche del inglés en el parque cerrado del viernes.
Red Bull sospechaba del alerón de Mercedes y pidió al piloto que lo revisara in situ. También plantearon sus dudas a los técnicos de la FIA antes de la clasificación y así el W12 de Hamilton no pasó el test de los comisarios. Según desveló Toto Wolff, jefe del equipo, el exceso era de "0,2 milímetros". Las decisiones de los árbitros se hicieron de rogar: 20 horas después de la sesión, y dos antes de la prueba al esprint, se confirmaron los dobles castigos.
"Van a tener una buena cena y un vino muy caro"
La sanción de Verstappen tiene algo de irónico, así lo entiende él. "Es una buena multa, van a tener una buena cena y un vino muy caro. ¡Les hubiera invitado!". La cantidad parece desmedida porque muchos pilotos han tocado muchos coches en parques cerrados. Vettel era un clásico y Alonso opinó: "¡Lo hemos hecho todos!". Pero los comisarios quieren dar ejemplo con el código internacional deportivo de la FIA: "Aunque ha sido habitual en el pasado, está prohibido".
En cuanto a Hamilton, el inglés pasó por alto el suceso tras su impresionante remontada, del 20º al 5º: "No sé mi opinión (sobre la sanción), tomo todas las experiencias como una lección. Cuando van hacia abajo, voy hacia arriba. Así funciona". Antes de bajarse del coche recibió un mensaje por radio de Wolff un tanto peliagudo: "Lewis, ¡que se jodan!”. A lo que el campeón, elegante, respondió: “Esto no ha terminado". El dirigente austriaco matizó después: "No me refiero a las reglas, es la mentalidad de la resiliencia".
Más allá del cuánto, falta el porqué. ¿Mercedes quiso hacer trampas, fue una avería o un error de montaje? Los comisarios dan fe de la buena voluntad de Brackley, "es un error aislado" y el coche fue legal en México o Austin, aunque eso no exime de la culpa. La versión oficial apunta al desgaste de la pieza. "El alerón estaba dañado. Un lado bien, el centro bien y el otro lado, no bien. Eso quiere decir que teníamos una desventaja de prestaciones. Cuando vi que éramos descalificados pensaba que era una broma. Pasan cosas extrañas", defiende Toto, "aunque la hora de competición de Valtteri y Lewis nos devolvieron la diversión". Hasta la siguiente.