Rossi mantiene la calma

Con la tranquilidad de quien tiene asumido que ha llegado su momento, afronta ahora Valentino Rossi la que será su última carrera como piloto en MotoGP. El italiano dejará atrás en Valencia 26 temporadas en un Mundial que le han visto proclamarse campeón del mundo hasta en nueve ocasiones (1 en 125cc, 1 en 250cc, 1 en 500cc y 6 en MotoGP) y a su vez, le han dado la oportunidad de ganar 115 carreras. Solamente los números le convierten en una leyenda tras una vida repleta de éxitos y celebraciones que ya forman parte de la historia, pero lo cierto es que la figura de El Doctor tiene un mérito añadido pues intensificó el valor del motociclismo atrayendo las miradas de medio mundo y tiñendo las gradas de amarillo para convertir el de las dos ruedas, en un deporte de masas.

Valentino dominó como nadie en la década de los 2000 y ni siquiera el paso del tiempo le ha quitado las ganas de competir. Sin embargo, como el propio piloto anunció en Spielberg el pasado 5 de agosto, aunque le hubiese gustado "competir otros 25 años, no es posible". Desde esa fecha señalada, Rossi ha tenido tiempo para hacerse a la idea de lo que supondrá para él este próximo fin de semana en Valencia. Reconoce no saber si estará preparado para lo que vendrá cuando caiga la bandera a cuadros, pero se toma con tranquilidad su última aparición en una escena que le tendrá como protagonista: "Valencia es siempre un fin de semana especial y puede ser una carrera difícil en diferentes aspectos, sobre todo porque siempre es la última prueba del año. Aunque será mi última carrera en MotoGP, me siento normal y creo que eso está bien".

El Doctor ha tenido nueve carreras desde que anunció su marcha para asimilar el escenario que le acogerá en el Ricardo Tormo. Para empezar, y continuando su doble homenaje en Misano, el GP de Valencia arrancará con una rueda de prensa excepcional y en solitario durante la jornada del jueves programada para las 16:00 horas, en honor al nueve veces campeón. Y a partir de ahí, Valentino solo tendrá que hacer lo que más le gusta: correr. Su mentalidad sigue teniendo como prioridad lo que sucederá sobre el asfalto, pese a lo que supone un adiós como el suyo. "Espero que tengamos buen tiempo para terminar la última carrera entre los 15 primeros y sumar algunos puntos más", destaca Rossi sobre un fin de semana que, a su vez, le servirá para dejar atrás su temporada menos competitiva desde que debutó en 1996.

Si no lo remedia en Cheste, el piloto de Petronas cerrará el año por primera vez sin haber visitado un podio en el que hizo acto de presencia en 235 ocasiones. Del total, 199 se le atribuyen a una categoría reina en la que celebró su último triunfo en el mítico circuito de Assen, en el año 2017, padeciendo una sequía con demasiado recorrido en el tiempo para un corredor que nunca ha perdido la ambición. Aunque reconoce que "esta ha sido una temporada muy larga". Con un octavo como mejor resultado en carrera, hacer acto de presencia en la zona de puntos ha sido un trabajo muy complejo que a su vez, le ha llevado a firmar una decena de caídas que suponen la cifra más alta de Valentino desde que regresó a Yamaha en 2013.

La realidad se ha impuesto a la maestría de un piloto ejemplar al manillar de la moto, que también pasó por Ducati y se convirtió en campeón junto a Honda (en 2001, 2002 y 2003 antes de dar el salto a Yamaha). Pero ahora, a sus 42 años, a Rossi le toca poner el broche final a 26 cursos muy intensos dentro de un Mundial que se despide del mítico #46 en parrilla. "Quizás los días posteriores al fin de semana (en Valencia) sean diferentes este año", admite como posibilidad Valentino una vez cuelgue el casco, consciente de que más allá de ese añorado décimo título, le queda una tarea pendiente: "Tener la oportunidad de decir 'ciao' a mis fans de una buena manera y darles las gracias por el apoyo" hacia un piloto, que lo será "para toda la vida".