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MOTO3 | MISANO 2

"Los niños van a correr endemoniados por sus padres"

Josete, el técnico de Öncü: "Falta educación desde que son pequeños. No les educan para el trabajo duro sino para que sean duros, agresivos y peguen porque sí".

Misano
Josete, en primer plano, junto a Öncü en la parrilla.
motogp.com

Josete Ruiz, técnico del equipo Red Bull KTM Tech3 en el que milita el sancionado Deniz Öncü, habla con AS en el paddock del Marco Somincelli del castigo de dos carreras a su piloto por provocar el accidente de Austin, en el que se cayó Alcoba y en el que salieron volando Migno y Acosta. Acostumbrado como está a trabajar con jóvenes pilotos desde la base, antes de que lleguen al Mundial, entiende que se suba la edad mínima a los 18 años para correr en el Mundial, pero incide en que el problema de raíz está en los padres.

-¿Cómo es el ambiente en el equipo en la primera carrera de baja por sanción de Öncü?

-En el equipo estamos un poquito de bajón, porque creemos que la sanción es un poco injusta. Han querido dar ejemplo y le ha tocado a Deniz, que es un chaval que trabaja muy duro y al que nadie se lo pone fácil. Él lucha mucho con sus demonios para ir rápido. Es un chaval que lo ve desde otro punto de vista, porque no es un chaval que venga de España sino que es turco y no ha tenido un camino fácil. Es un chaval que tiene un respeto bestial por sus rivales. Por ejemplo, él y Acosta se llevan genial y se dan unos palos impresionantes, porque disfrutan de esa rivalidad de ver quién es más chulo, pero con respeto, y luego comentan lo sucedido y se ríen juntos tras haber estado jugando entre ellos. Ha sido una sanción ejemplarizante y le ha tocado ser a él cabeza de turco. No nos queda otra que aceptarlo, pero las reglas están hechas de una manera que son muy difíciles de llevar, porque son chavales de 16 años a los que montas en moto que van hasta los 260 a veces.

-¿Qué pasó en Austin para ustedes?

-Él adelantó sin ninguna mala intención y se quedó súper preocupado con lo que pasó. Hizo un movimiento muy leve, pero a 230 recorres mucho espacio en muy poco tiempo y se dio un gravísimo accidente en el que nos preocupamos todos mucho. Deniz estaba súper nervioso y me alegré muchísimo de que no se reanudara la carrera, porque no le hubiera dejado salir a correr. Estaba un poco en estado de ansiedad por lo que había pasado. Decía nervioso que él no quería provocar eso. Estas cosas pasan en todas las carreras y en todos los entrenamientos. Nosotros en Aragón perdimos la carrera por un impacto de Foggia. En la aceleración de la recta perdimos por 27 milésimas y su impacto anterior nos hizo perder décima y media, y no reclamamos, porque son cosas que pasan en las carreras. Entiendo que para Dirección de Carrera es complicadísimo, porque todo el mundo critica, pero nadie aporta. A ver con las nuevas reglas...

-¿Qué le parece que se suba la edad mínima para correr en el Mundial a 18 años?

-Puede ser un acierto para determinados pilotos que son excesivamente nerviosos, y que con un poco más de edad se pensarán más las cosas, pero esto se hizo mal desde un principio. Cuando nos entró esta locura de subir a los niños tan jóvenes, desde los 11 años, con motos que corren un montón, y los papás, porque es así, porque los papás son los primeros que se enfadan con los niños porque hacen el décimo y no el primero, porque todos quieren que su hijo sea Marc Márquez, y no es así. Esto ha llevado a una locura que desemboca en estas cosas.

-¿Se refiere a los trágicos accidentes mortales?

-Exactamente. Estas cosas suceden porque les dicen que sigan a tal o cual piloto y que cojan rebufos. Nosotros con Deniz tratamos de que entienda que tiene que trabajar solo y que el resultado de la carrera depende del trabajo del fin de semana. Nosotros salimos siempre solos, aunque luego se pueda coincidir con alguien en la pista, pero los chavales vienen desde casa encendidos o endemoniados por sus padres, que están en la grada diciendo que tire o aparte al rival. Esto sucede en las categorías pequeñas. No surge en el Mundial sino que viene desde que los niños corren en las minibikes.

-¿El problema es de educación en las casas?

-Sí, sí, falta educación desde que son pequeños. En vez de educarlos en casa para el trabajo duro, los educan para que sean duros, agresivos y peguen porque sí. Yo lo he visto en la escuela de Acosta o en la de Fortuna Motorsport, en la que trabajaba con Aldeguer y todos los otros niños (nota del redactor: se refiere a cómo vienen los niños de casa, no a que en las escuelas les instruyan así). Yo los educo para que trabajen solos, con gomas usadas, de manera profesional y a los padres los echo del box. En mi equipo del FIM no permito que ningún padre esté en el box, porque el niño se para en él y al primero que mira es al papá, y si el papá lo mira con cara de asesino ya está preocupado y luego sale a matarse porque su padre, que está ahí, está enfadado. Hay unas cosas que están arraigadas y que nos las pueden solucionar aquí, en el Mundial. Es muy difícil.

-¿Considera que Öncü es de los siete u ocho pilotos agresivos que decía Rossi que hay que vigilar?

-Deniz tiene un estilo agresivo y, si ve un hueco, pasa, pero no pasa para tirar a nadie. Él no saca a nadie si no se dan unas circunstancias concretas, pero como todos. Ahora se centran en Öncü porque es un chaval que está mejorando y se le ve más, pero lo que él hace en las carreras es intentar liderar. Él dice que tira y el que pueda que lo pase. Protege su posición, pero no va matando a nadie.

-¿Valdrá para algo esta sanción para él y para los demás?

-Yo, sinceramente, creo que para lo único que va a valer es para meter más tensión, porque van tan asustados que no saben ni lo que tienen que hacer, porque no saben si pueden moverse o no, si les van a sancionar si adelantan... Esto va a bloquear muchas cosas. Tiene que normalizarse un poquito las cosas y desde los equipos les tenemos hacer entender que el trabajo duro se hace yendo rápido, no haciendo el tonto. Cada uno debe dar el cien por cien sin mirar quién es más chulo que el otro. Deniz no va a ver quién es el más chulo. Él quiere ser campeón del mundo y no le interesa la tontería ni el postureo. Es un chaval tan noble y tan simple que no es justo que lo encasillen como peligroso. Él pilota agresivo, pero no peligroso.

-¿Cómo se encuentra?

-Lo ha asumido con resignación, pero está muy mal. Nos habíamos marcado como objetivo acabar entre los siete primeros y no va a poder ser. Él no pudo entrenar en invierno, por falta de medios, y llegamos a Qatar a cero. Tras el primer sábado de Qatar, estábamos llorando juntos como una magdalena porque tenía miedo de que lo echasen por no tener el nivel, pero se sobrepuso, se motivó, fue creciendo y piensa que ahora le pagan así que él trabaje sólo en los entrenamientos, y su esfuerzo.

-¿Cómo ven ustedes la maniobra de Austin? ¿Fue o no fue un fallo suyo?

-No es un fallo. Estaba adelantando a un piloto y creía que lo había adelantado más. Son sus palabras, y me las creo. Estaba pensando ya en el siguiente rebufo y no se dio cuenta de que no había pasado del todo. Es un error humano, un error de percepción. Y luego Alcoba, que no tiene culpa, está mirando hacia abajo y no le ve venir. Deniz aprendió la lección a principio de año cuando le penalizaron por esperar para hacer la vuelta, y le sabe mal que ahora le pase esto. En la misma acción, veinte metros más atrás, Migno ha sacado fuera de la pista a Foggia, pero es un lance de carrera. Hay veinte tíos y todos quieren ganar.

-Gracias por la charla, me quedo especialmente con lo que ha dicho de los padres...

-Es que una vez cogí a uno por el cuello por las barbaridades que le estaba diciendo a su hijio, a un niño, en plan que si no le echaba huevos se iban para casa y más barbaridades. Hay que empezar por ahí. Para mí es muy duro decirles que tienen que darlo todo antes de subirse a la moto y, cuando vuelvo al box, a veces me cuesta coger aire.